Miles de personas observaron impresionadas a mediodía de ayer un tornado que recorrió las costas de la provincia de Bizkaia. «Los coches se paraban a verlo. Allí nos juntamos vecinos, conductores, policías, todos mirando impresionados», explica un miembro de la base de la Cruz Roja en la localidad de Bermeo.
Este fenómeno meteorológico, extremadamente raro en el Cantábrico, llegó a revolucionar Lekeitio. El tornado se paseó frente a la costa de este pueblo a una hora en la que un gran número de personas se encontraba en la calle, ya que el día había amanecido soleado. «De pronto el cielo se puso negro. Serían las 12:20. Cayeron cuatro rayos y una granizada de pocos minutos. El tornado se había formado en el mar, a una distancia de entre 3 y 5 millas de la costa, y avanzaba de oeste a este, de Galicia a Francia», relata José Manuel, un vecino de la localidad vizcaína.
La oscura columna que unía un cielo cerrado por nubes negras con el mar se divisó durante más de 20 minutos. «Por el tamaño de un mercante que se encontraba cerca del tornado y el tiempo que duró, el radio de acción sería de unos 150 metros. Era grande», calcula José Manuel, marino de profesión, que no recuerda haber visto en «40 años» un tornado en el Cantábrico, aunque está acostumbrado a contemplarlos «en el Mediterráneo».
A decenas de personas les pilló en las playas de Isuntza y Karraspio. El tornado impresionaba desde la orilla. «Al principio estábamos asustados al no saber hacia donde avanzaba, pero al ver que no llegaban vientos fuertes nos tranquilizamos», recuerda un matrimonio que se encontraba en la playa.
La Ertzaintza recibió numerosas llamadas de ciudadanos alarmados por la posibilidad de que llegara a tierra. Algunas embarcaciones que navegaban a esa hora por la costa del Cantábrico alertaron a las bases de Salvamento Marítimo.
La tormenta que formó esas dos trombas marinas -la denominación del tornado cuando ocurre en el mar- llegó de Galicia y había dejado a su paso fenómenos similares en el litoral cántabro. El Instituto de Meteorología de Santander registró tres trombas, de menor tamaño que las de Bizkaia.
Los responsables del servicio siguieron paso a paso en el radar el frente que barrió la costa vizcaína. «El radar captó la tromba de Lekeitio. No fue intensa: vientos de 17 nudos y rachas de hasta 26. De fuerza 5. Pudo haber peligro, a lo sumo, para alguna embarcación porque fue un fenómeno muy localizado, aunque visualmente espectacular», detalló un portavoz. «Después captamos una fuerte tormenta que entró por Lekeitio hacia el monte Gorbea y descargó 10 litros de agua en 10 minutos», añadieron desde el instituto cántabro, que llegó a lanzar un aviso de alerta por precipitaciones intensas.
Esa tormenta dejó a su paso granizadas e intensas lluvias en pueblos del interior, que llegaron a causar inundaciones en garajes y locales bajos y entorpecieron la circulación.