El Gobierno central y la Junta de Andalucía instalarán un vallado especial en las carreteras que atraviesan el Parque Nacional de Doñana para proteger al lince ibérico. Y es que los atropellos siguen siendo uno de los puntos negros en la recuperación del felino más amenazado del mundo.
Las consejerías de Agricultura, Medio Ambiente, y Obras Públicas y Transportes de la Junta, el Ministerio de Fomento, la Dirección General de Tráfico y la Estación Biológica de Doñana han suscrito un acuerdo que contempla una serie de medidas destinadas a evitar el riesgo de accidentes que sufren los linces en las vías de comunicación de la zona, y también los daños que se producen a personas, bienes y otros recursos naturales.
Este es sólo el principio de otro acuerdo más detallado y técnico en el que participarán las administraciones locales, y se integrará como programa de actuación dentro del segundo Plan de Desarrollo Sostenible de Doñana, ahora en fase de elaboración. El documento plantea profundizar en el modelo viario definido en el Plan de Ordenación del Territorio de Doñana, y contiene actuaciones diversas que van desde la reducción y vigilancia de los límites de velocidad hasta la instalación de vallado de protección para la fauna, así como campañas de sensibilización que divulguen la fragilidad de este espacio.
También se realizarán caminos paisajísticos en los que se reducirá ostensiblemente la velocidad permitida para favorecer el paseo y preservar los valores naturales. Además, se habilitarán varios pasos de fauna, tanto por debajo del firme como por arriba; se estudiará la mejora del tránsito por el arroyo de Pilas, con la instalación también de un vallado, y Tráfico se compromete a poner radares y a estudiar reducir la velocidad a través de bandas sonoras y de rotondas.