Según los resultados de una investigación científica, el líder de los gorilas de montaña no monopoliza los apareamientos con las hembras dentro del grupo, sino que comparte este privilegio con el macho segundo en importancia a cambio de favores de protección.
Datos de análisis genéticos y de la observación a grupos de gorilas salvajes de montaña (Gorilla beringei beringei) en la región africana de los volcanes de Virunga, en Ruanda, indican que los dos adultos macho más poderosos mantienen una especie de acuerdo para el control de la reproducción, en el que también intervendrían las hembras.
En este estudio, realizado entre 1985 y 1999 a partir del análisis de la paternidad de 48 crías de gorila pertenecientes a cuatro grupos, participaron científicos de universidades e instituciones científicas de Alemania, Estados Unidos o el Reino Unido.
La investigación especifica que algunos machos dominantes conceden oportunidades de apareamiento a otros subordinados a cambio de favores como, por ejemplo, la prestación de ayuda en la defensa del grupo. Otros machos parecen compartir las oportunidades de apareamiento con las hembras sólo si ningún otro miembro del grupo tiene ese privilegio.
Tras su experimento, los expertos comprobaron que el macho gorila segundo en importancia en el grupo era padre de aproximadamente el 14% de las crías. También se observó que los dos gorilas más poderosos carecían habitualmente de vínculos o relación entre ellos, según los científicos.
Los resultados desvelan un comportamiento social y de convivencia en el seno de los grupos de gorilas salvajes de montaña alejado al que se entiende por familia, y sin embargo, similar al de los chimpancés.
Al contrario de lo que sucede con esos gorilas africanos, entre los orientales la paternidad recae siempre en un mismo macho, según se ha comprobado en todos los estudios realizados hasta el momento.