La degradación forestal mundial está causada principalmente por la deforestación de los bosques tropicales debido al avance de la frontera agrícola y ganadera, además de por la ausencia de una gestión planificada y sostenible, según denuncia WWF aprovechando la celebración hoy del Día Forestal Mundial. Por ello, la organización hace un llamamiento a la sociedad, a los responsables políticos y al sector económico para reinventar un modelo de desarrollo que apueste por la recuperación y el uso sostenible de los bosques.
El cultivo agrícola intensivo de soja o palma aceitera y el desarrollo de la ganadería provocan un avance de la deforestación en los bosques tropicales, contribuyendo así en un 20% a las emisiones de gases de efecto invernadero, señala WWF. La explotación de los bosques se realiza frecuentemente en condiciones alejadas de los criterios de sostenibilidad forestal, con la consiguiente pérdida de biodiversidad e impacto sobre la calidad de las aguas y el paisaje, añade la organización ecologista.
En España apenas queda una cuarta parte de la superficie boscosa original, los incendios afectan anualmente a 150.000 hectáreas forestales (el 0,6% de la superficie forestal) y sólo se restaura al año el 0,2% de la superficie forestal degradada, apunta WWF. Además, la «caótica» ordenación de la propiedad forestal «sigue suponiendo un reto para la gestión planificada», advierte.
Convertir los productos forestales en un recurso de valor es esencial para una economía sostenible y para lograr que las poblaciones locales mantengan el interés por conservar el bosque en buen estado, sostiene WWF. En este sentido, la organización apuesta por un nuevo modelo de desarrollo económico que refuerce el papel de los bosques en la economía, a partir de su uso social y ambientalmente responsable, tal y como promueven los sistemas de certificación forestal más exigentes, como el FSC.
Impulso a los materiales naturales
WWF considera esencial, en un contexto de crisis ambiental y económica, impulsar el uso de la madera como material en la construcción y en la decoración, en lugar de otros mucho más contaminantes, como el PVC, el aluminio o los plásticos. Asimismo, hay que apostar por el corcho en tapamientos de vinos y como material de aislamiento. La organización insiste además en promover el uso del papel, frente a los plásticos, o el de la resina natural, frente a los derivados del petróleo.
El desarrollo de políticas de compra pública que den prioridad a los productos forestales, y especialmente a los certificados por sistemas como el citado FSC, «es esencial para dinamizar el mercado a favor de la conservación de los bosques», subraya WWF. Igualmente, la mejora de la competitividad de la industria debe incorporar también la certificación forestal como parámetro de responsabilidad social y de promoción de los valores ambientales y sociales de los productos forestales, señalan los ecologistas.