Desmantelar presas obsoletas, que estén en ruinas o causen un grave impacto ambiental sobre los ríos. Ese es el cometido que busca WWF España con su campaña «Liberando ríos», que identifica las presas españolas que se podrían demoler según la legislación vigente. Según la organización conservacionista, se deberían desmantelar en una primera fase 20 presas de las más de 8.000 infraestructuras analizadas en toda la geografía española.
WWF pretende «liberar» los ríos españoles para mantener su biodiversidad, mediante la restauración de los ecosistemas afectados por la presencia de una serie de presas, unas instalaciones que, como recuerda la organización, «también tienen fecha de caducidad». «El objetivo de la campaña es lograr que se cumpla la Directiva Marco del Agua, eliminando los graves impactos que generan ciertas presas en determinadas condiciones sobre el medio ambiente». Los ecologistas citan el caso del salmón, que se encuentra con esta barrera artificial cuando intenta alcanzar sus lugares de desove.
Tras analizar las 1.231 grandes presas y más de 7.000 pequeños obstáculos, entre diques y azudes, existentes en España -«el país con más presas per cápita del mundo»-, la organización concluye que casi un centenar deberían ser derribadas, contribuyendo a lograr una verdadera «economía verde», basada en una gestión sostenible y unas infraestructuras razonables.
La primera etapa de este proyecto propone desmantelar de forma inmediata 20 presas, entre ellas las que cuentan con licencia caducada, como las de Molló (Cataluña), Bujioso (Castilla-La Mancha) y Barbellido (Castilla y León); otras que están en estado ruinoso, como la de A Baxe (Galicia), o que afectan a espacios protegidos, como la de Las Librerías (Castilla-La Mancha).
Por otra parte, WWF afirma que los programas autonómicos más completos para la demolición de presas se encuentran en el País Vasco, Navarra, Galicia, Extremadura y Cataluña.
Tema tabú
«Creemos que el tabú contra los derribos tiene que desaparecer, ya que el proceso de eliminación de presas no sólo sirve para restaurar ecosistemas dañados, sino también para generar empleo ambientalmente sostenible», afirmó Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. «En la mayoría de los casos, es más barato derribar una presa que mantenerla o repararla», añadió.
«La campaña se enmarca dentro de un movimiento mundial que tiene por objetivo identificar las presas que son verdaderos obstáculos para los ríos. En Estados Unidos se han demolido más de 700 por motivos de seguridad y económicos y, en la Unión Europea, Francia ha sido el país pionero con la eliminación de varios obstáculos en la cuenca del Loira», indicó Alberto Fernández Lop, experto del Programa de Aguas de WWF España.