Los vehículos son cada vez más seguros. Al menos, disponen de un mayor número de avances cuyo objetivo es, precisamente, reducir el índice de siniestralidad. Dispositivos como el ‘avisacinturones’ o el control inteligente de velocidad empiezan a ser frecuentes y aunque todavía no se instalan en todos los coches, los nuevos modelos lo ofertan de serie o como opción. Otros, como la llamada automática de emergencia o los sistemas antiarranque por alcoholemia empiezan a ser conocidos. Todo es poco para ganar fiabilidad en la carretera. A ello contribuyen las nuevas tecnologías, como saben muy bien en la Fundación Instituto Tecnológico para la Seguridad del Automóvil (FITSA). Su secretario general, Agustín Aragón, repasa los últimos avances en este campo y, aunque cree previsible que los coches serán cada vez más seguros, reconoce que “el factor principal en los accidentes es el conductor”.
El eCall es un sistema inteligente de llamada de emergencia, que se puede activar manual o automáticamente, a través de unos sensores instalados en el interior del vehículo. Cuando se produce un accidente, el dispositivo envía una llamada de alerta al 112 con información precisa para su localización. El sistema estará operativo en cualquier país de la Unión Europea en el que se haya producido el accidente o la emergencia. Este sistema permitirá activar con inmediatez los servicios de socorro y asistencia.
“El ‘eCall’estará operativo en cualquier país de la Unión Europea en el que se haya producido el accidente o la emergencia”
En su desarrollo e implantación hay varios aspectos a tener en cuenta: la industria del automóvil, la industria de telecomunicaciones, los servicios de emergencias, los servicios públicos de seguridad y las compañías de seguros. Aunque todos asumen la idoneidad y conveniencia de poner en marcha la iniciativa, llevará tiempo establecer acuerdos con todas las partes implicadas. Existen, por otro lado, iniciativas privadas que ofrecen este servicio.
Existen diversos dispositivos, pero, resumiendo, es un sistema que impide la puesta en marcha del motor hasta comprobar que la tasa de alcohol en sangre del conductor es inferior a la legalmente permitida. Para esta comprobación, el conductor deberá soplar en el dispositivo para que el aire espirado pueda ser analizado por el mismo.
El objetivo es que absolutamente todos los sistemas que mejoran la seguridad vial desde el punto de vista del vehículo se instalen en todos los vehículos y no sólo en los de gama alta. Desde FITSA apostamos por la democratización de los sistemas de seguridad vehicular en todos los sentidos. No obstante, prevemos que el alcoholímetro se irá implantando poco a poco en programas de rehabilitación de conductores multados varias veces con tasas de alcohol elevadas, las flotas de camiones, autobuses, en servicios públicos, etc.
“Desde FITSA apostamos por la democratización de los sistemas de seguridad vehicular en todos los sentidos”
Esta es una pregunta de muy difícil respuesta, ya que cada vehículo tiene un precio dependiendo de la marca, accesorios u otros complementos. Lo que sí nos gustaría transmitir es ante la compra de un coche conviene más invertir en elementos de seguridad que en un buen equipo de música o en unas llantas lujosas, por poner algunos ejemplos.
Cada vez se incorporan más elementos de seguridad a los automóviles. Basta con echar la vista atrás para comprobar los equipamientos de serie en seguridad que tenían los vehículos hace unos años y los que hoy en día están incorporados en la mayoría de los coches. En España, en la actualidad, prácticamente no se vende ningún coche que no tenga ABS o airbag.
Si y, en realidad, una cosa no tiene que ver con la otra. Se diseñan vehículos de estas características porque lo demanda el mercado. Los sistemas de control de velocidad tienen dos utilidades bien distintas. Por un lado, están los que ayudan a una conducción más cómoda, manteniendo una velocidad constante y, por otro lado, aquellos más sofisticados que disminuyen la velocidad del vehículo cuando éste se aproxima a un objeto que circula a una velocidad inferior a la del propio vehículo.
Desde el punto de vista de la seguridad del automóvil, el interior ha evolucionando mucho, no debemos olvidar que es donde viajan los pasajeros. El estado físico del conductor influye en su rendimiento de forma determinante. Un conductor cansado tiene mayores probabilidades de sufrir un accidente que otro que no lo está. Entre los elementos que ayudan a elevar el confort, podríamos pensar en los sistemas de climatización, el uso de materiales que ayudan a disminuir el nivel de ruido, los asientos, etc. Otros elementos que actúan cuando se produce un accidente también han evolucionado significativamente, como son los airbag, los pedales deformables, cristales, etc.
Los reposacabezas activos están conectados a una unidad de control electrónica. Cuando el sensor detecta una colisión por detrás, con una aceleración que supera los valores prefijados, se disparan los muelles pretensados situados en el interior de los reposacabezas, que se desplazan hacia delante y hacia arriba. De esta forma, las cabezas de los ocupantes se ven protegidas por los reposacabezas con la antelación necesaria para minimizar daños en la nuca.
Sí y, la razón fundamental es que ha servido de concienciación entre los usuarios que han aumentado la demanda de vehículos con mejores valoraciones dentro de este programa.
El libro blanco de la política europea de transportes se marcó como objetivo reducir en un 50% el número de fallecidos para 2010. Para ello, la Comisión Europea, conjuntamente con la industria, lanza la “iniciativa eSafety” en abril de 2002, con el fin de acelerar el desarrollo, implementación y uso de Sistemas Inteligentes Integrados de Seguridad basados en Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), para mejorar la seguridad vial. Además, creó un “eSafety Forum” como plataforma para coordinar las actuaciones de todos los agentes involucrados.
La tecnología aplicada al automóvil está avanzando muy deprisa y es previsible que los coches cada vez serán más seguros, pero no debemos olvidar que el factor principal en los accidentes sigue siendo el conductor y que el grado de autonomía que puedan tener estos sistemas siempre estará supeditado a sus decisiones.