Tras analizar el comportamiento de varias aseguradoras que operan en el mercado del automóvil, la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) ha alertado de la «poca fiabilidad» de la información difundida en anuncios publicitarios y páginas web de estas compañías. La asociación denuncia que, por lo general, no se cumplen las buenas prácticas exigidas por la Dirección General de Seguros.
Adicae señala que una de las malas prácticas detectadas consiste en vender como característica exclusiva de un producto lo que en realidad es un derecho que protege al consumidor, como la posibilidad de devolución del dinero en los 15 primeros días de recibir la nueva póliza. La Directiva Europea de Prácticas Comerciales Desleales prohíbe este tipo de usos publicitarios, según la asociación.
Venta de datos
El análisis también ha descubierto que algunas de estas compañías hacen negocio vendiendo los datos personales de los consumidores a otras empresas que los solicitan. Esa es la razón por la que siempre piden el nombre, los apellidos o el DNI antes de dar información. «Se reservan este derecho en la letra pequeña, donde incluyen que no tienen necesidad de avisar al cliente. Esto deja al consumidor indefenso ante la publicidad de compañías que él desconoce y ante las que sólo puede defenderse a posteriori, enviando por escrito una solicitud de baja a cada una de ellas», critica Adicae. Esta práctica vulnera la Ley de Consumidores y Usuarios, que obliga a las compañías a dar información sin contraprestaciones, así como la Ley de Protección de Datos, según la cual todas las compañías deben informar «de modo expreso, preciso e inequívoco» del tratamiento que recibirán esos datos personales.
Además, algunas aseguradoras piden al cliente aún más información, por ejemplo si se es propietario de una vivienda. «La razón plausible es que la compañía tratará de ofrecer un seguro de hogar que no ha sido solicitado», apunta Adicae. «Sin embargo, en las ocasiones en las que sí se solicita una información sobre un tipo de cobertura diferente de la inicial, en este caso por teléfono, el comercial evita extenderse y vuelve a explicar las coberturas del producto inicial, negando al potencial cliente el derecho a conocer con detalle todas las opciones y encauzando la decisión hacia lo que le conviene a la compañía», advierte.
El estudio también evidencia que algunos de los simuladores que calculan importes de pólizas en las páginas web de las aseguradoras dan resultados que no son vinculantes y que no se corresponden con los precios que posteriormente ofrece el operador vía telefónica. Además, algunas web publicitan un «descuento por contratación on line» como una promoción «sólo válida si contrata ahora su seguro», cuando lo cierto es que el cliente puede acceder al descuento por comprar por Internet en cualquier momento y no sólo si lo hace de forma inmediata, apunta Adicae, que explica que esta forma de publicidad incita a la compra irreflexiva y no constituye una buena práctica comercial.
Ventajas que no lo son tanto
Adicae también señala que algunas aseguradoras presentan ciertas características de contratación como ventajosas, cuando en realidad no lo son tanto. Es lo que ocurre con el pago de las cuotas de la póliza en plazos semestrales o trimestrales, de los que no se dice que el importe total podría aumentar hasta un 3%.
Estas malas prácticas ponen de manifiesto la ineficacia de la Ley de Seguridad Financiera a Distancia, que cumple ahora un año, y la fragilidad de la protección al consumidor en Internet, concluye Adicae.