El respeto a la ecología y el medio ambiente se ha instalado hace años entre los fabricantes de automóviles. Sin embargo, de poco sirve dedicar recursos a este objetivo si al final de la vida útil las piezas del vehículo no se tratan adecuadamente.
Con esta premisa, el Gobierno ha publicado en enero 2003 una nueva norma que obliga a las empresas de desguace a cumplir una serie de requisitos técnicos y medioambientales que aseguren un tratamiento respetuoso con el medio ambiente. El objetivo es aumentar progresivamente los niveles de recuperación de los materiales para que en 2015 sólo vaya a parar al vertedero un cinco por ciento del peso de los vehículos tratados.
Las empresas del sector, agrupadas desde el 25 de abril de 2002 en Sigrauto, coordinan esfuerzos para adaptarse a la norma y cumplir los plazos establecidos. Asimismo, está creando una red de centros homologados que garanticen al cliente que su actividad respeta el medio ambiente y cumple los requisitos legales. Actualmente hay 1.080 desguaces registrados, aunque se calcula que alrededor de tres mil ejercen su actividad sin control.