Imagen: Refracted Moments
Después del ciclista, el motorista es el más débil de la carretera. Tanto en un caso como en otro, sus cuerpos sufren directamente el impacto y las consecuencias de los accidentes, lo que les provoca fácilmente heridas de gravedad. A pesar de esta evidencia apenas se han realizado en nuestro país investigaciones sobre las causas de los accidentes de moto y ciclomotor, y sobre las actitudes de sus conductores.
Entre los pocos que se han realizado se halla el que encargó en 2005 el Ayuntamiento de Barcelona a IDIADA, una empresa de homologación, ingeniería e investigación del automóvil creada por el Gobierno de Cataluña en 1990. El trabajo de campo se desarrolló mediante la grabación en vídeo desde vehículos o cámaras fijas de las actitudes y conductas más frecuentes en la circulación de vehículos de dos ruedas. Se prestó especial atención a los cruces y puntos de mayor siniestralidad del casco urbano de Barcelona.
Las conductas más graves
De los datos obtenidos, los técnicos de IDIADA realizaron una clasificación de las conductas más peligrosas de los motoristas, aquellas que causan la mayor parte de los accidentes o que originan al menos los más graves. Son, fundamentalmente, cinco:
- Desobedecer un semáforo: tanto al saltárselo en rojo como al adelantarse con una salida precipitada o anticipada.
- Efectuar giros indebidos en calles anchas: los vehículos de cuatro ruedas tienden a circular por los carriles centrales para evitar a los coches estacionados en doble fila, los que se incorporan a la circulación y otros obstáculos. Las motos aprovechan estos carriles laterales. El mayor peligro se produce en los cruces, cuando el vehículo de cuatro ruedas gira cruzándose durante un instante en el carril por el que circula la moto, que intenta seguir de frente.
- Circular entre vehículos: se da principalmente en calles anchas y con tráfico denso. Los movimientos rápidos de los ciclomotores y motocicletas junto a los problemas de visibilidad de los otros usuarios generan riesgos potenciales de accidente.
- Los errores de visibilidad, percepción y señalización por parte de los usuarios de la vía: los conductores tienden a no utilizar los intermitentes en los cambios de carril. La situación se agrava cuando hay camiones y turismos con puntos muertos de visibilidad por sistemas de espejos insuficientes.
- Conductas incívicas: según las circunstancias, en algunas ocasiones, los vehículos de dos ruedas, especialmente los ciclomotores, deciden comportarse como peatones. Realizan cambios de dirección no permitidos, circulan por la acera o el carril bus y se saltan otras normas para los vehículos, poniéndose en riesgo ellos mismos y a los demás usuarios.
Víctimas
Barcelona es la ciudad europea con más motos, 142 por cada mil habitantes frente, por ejemplo, a las 90 de Roma. De los 10.695 accidentes de tráfico registrados en 2004, en 5.990 (el 65% de ellos) había implicados vehículos de dos ruedas.
Respecto a los datos estadísticos del estudio las cifras más interesantes son:
En ciclomotores:
- El 43% de los accidentes se debió a giro indebido o sin precaución.
- El 71% de los accidentes fue de tipo colisión fronto-lateral
En motocicletas:
- El 70% de los accidentes se debió a giro indebido o sin precaución.
- El 35% de los accidentes es de tipo caída.
- En todo el país los ciclomotores se ven implicados cada año en el 20% de los accidentes, cuando su participación en el parque total de vehículos no supera el 8%. El 81% de los siniestros de ciclomotor se producen en área urbana y el 71% son colisiones con otro vehículo.
- Las motocicletas arrojan cifras diferentes: el 70% se producen en zona urbana y la colisión es la causa en el 65% de los casos.
- Según las cifras provisionales de la DGT relativas a 2006 (no incluyen accidentes urbanos), las carreteras españolas se cobraron la vida de 328 motoristas, la mitad de ellos en sábado o domingo. La cifra supone un ligero aumento del 2,2% respecto al año anterior.