Los coches eléctricos no dependen de la gasolina, no emiten tantos gases contaminantes al medio ambiente y gastan menos dinero. Pero a los pocos días de uso, los conductores comprobarán que su autonomía es menor, los tiempos de recarga demasiado elevados y su mantenimiento no siempre resulta tan fácil. Por suerte, como se apunta en este artículo, hay trucos para cargar su batería por menos dinero y consejos para no pagar aparcamiento en la ciudad.
Coches eléctricos: recargar la batería de forma más barata
Los coches eléctricos necesitan recargar la batería de forma regular, y es conveniente conocer dónde y cómo realizarla. Su autonomía habitualmente alcanza hasta los 150 kilómetros por carga, aunque la aparición de diseños cada vez más perfeccionados y potentes eleva su duración.
No obstante, la escasez de puntos de recarga es aún un obstáculo para su implantación. Tanto, que la medida más práctica consiste en instalar un punto de recarga en el propio garaje de los automovilistas. Pero este debe estar homologado con todas las garantías y medidas de seguridad y conlleva una pequeña inversión que encarece el coste final del vehículo eléctrico.
Por suerte, hay trucos para recargar el coche eléctrico que todo conductor de estos vehículos debe conocer.
¿Cómo cargar el coche eléctrico más barato?
Cada vez más hoteles, restaurantes y centros comerciales están habilitando en sus dependencias puntos de recarga para este tipo de automóviles.
Aun así, ante la dificultad para encontrar puntos de recarga, no queda más remedio que buscar otras soluciones para el mantenimiento del vehículo. Una de las más originales pasa por las metrolineras, centros de recarga gratuitos, que aprovechan el frenado de los trenes que circulan en las líneas de transporte público suburbanas. Por un lado, consiguen que el tiempo de recarga se reduzca a no más de 30 o 40 minutos y, por otro, ¡es gratis! El principal problema para beneficiarse de este sistema es que son muy pocos los centros que cuentan con él.
¿Otra solución? Optar por los puntos de recarga más convencionales, disponibles en las principales carreteras para que los conductores puedan realizar este proceso sin mayores dificultades. Aunque no son gratuitos, pues aplican una tarifa fija por la operación.
Coches eléctricos: aparcamiento gratis
Uno de los principales incentivos para decantarse por los coches eléctricos se deriva de la posibilidad de contar con espacios para aparcarlos gratis. Son los parquímetros gratuitos, que están proliferando por todo el mundo y que, a diferencia de los vehículos por combustión, amplían estas zonas hasta centros urbanos, grandes superficies comerciales e incluso áreas turísticas.
No obstante, esta medida depende de cada ayuntamiento y bajo zonas delimitadas, aunque ya son cada vez más las urbes que lo permiten en sectores regulados bajo el sistema de exención de pago. El aparcamiento gratis supone una convincente propuesta para elegir un automóvil eléctrico para circular por la ciudad, ya que su aplicación genera pequeños ahorros con respecto a la utilización de los impulsados por combustible.
Las tarifas eléctricas, según los datos de Eurostat, reflejan un promedio por 100 kWh de 20,8 euros. Las diferencias son más que notorias entre los países de la Unión Europea. La más cara está en Dinamarca (30,4), Alemania (29,7), Irlanda (25,4) y España (23,7), mientras que Bulgaria (9,0), Hungría (11,5) y Malta (12,5) tienen la energía más barata.