Una nueva generación de combustibles se encuentra actualmente en pleno desarrollo. La ciencia ha conseguido sintetizar y licuar el gas procedente del gas natural, carbón y biomasa mediante un proceso denominado Fischer-Tropsch. Por el momento se han desarrollado tres tipos:
. Gas a líquido (GtL)
. Carbón a líquido (CtL)
. Biomasa a líquido (BtL)
Estos carburantes cuentan con cuatro ventajas respecto al gas licuado de petróleo (LPG) y el gas natural comprimido (CNG):
. Despiden menos azufre a la atmósfera.. Generan menos gases y, por tanto, ayudan a limitar el efecto invernadero.. Su uso no requiere ninguna modificación en los motores actuales.. Su distribución puede realizarse a través de las estaciones de servicio existentes.
Sin embargo, hay algunos retos que superar en cuanto a:
. Reducción de costes: son más caros que la gasolina o el diesel convencional.. Emisiones: las del gas a líquido (GtL) son similares a las de la gasolina. Las de biomasa a líquido (BtL) son inferiores, pero este combustible está aún lejos de poder ser comercializado.. Dependencia energética: la mayoría de las instalaciones para producirlos se encuentran fuera de Europa.
La industria ha respondido positivamente. Recientemente tres firmas automovilísticas (Daimler-Chrysler, Renault y Volksvagen) y dos petroleras (Sasol Chevron y Royal Dutch Shell) han formado una alianza en Europa para promocionar este nuevo tipo de combustibles sintéticos. De hecho ya tienen prevista la apertura de la primera planta de gas a líquido (GtL) en Friburgo (Alemania) en 2007.
Las corporaciones están ya jugando sus cartas y diseñando los combustibles del futuro en función de sus intereses. Por su parte, las asociaciones de consumidores españolas y europeas están atentas a estos procesos para hacer valer la opinión y los intereses de los usuarios respecto a estos combustibles que se pueden generalizar dentro de una o dos décadas.