Crece la familia y no se cabe en el antiguo coche, su diseño ya resulta antiguo, quien conduce tiene un firme compromiso con los valores ecológicos, «se cae a pedazos»… Hay cientos de razones para desear cambiar de automóvil, pero dado el coste y relevancia de tal decisión, la compra de un nuevo utilitario debe ser meditada, analizar la capacidad real de endeudamiento, y nunca realizarse sin antes tener en cuenta las diversas posibilidades de financiación ni, por supuesto, sin negociar las condiciones.
¿Dónde acudir?
Imagen: riverspringAunque el coche anterior pueda servir como ayuda para el pago inicial, en casi ningún caso suele ser suficiente para hacer frente al gasto final de un nuevo automóvil. Por ello, la mayor parte de los ciudadanos recurre a la compra a plazos -el 80% de los automóviles se adquiere mediante financiación aplazada, según datos de la Federación de Asociaciones de Concesionarios de Automoción (FACONAUTO)-, y teniendo en cuenta el grado de morosidad de los españoles y la situación económica por la que atraviesa el país, conseguir unas buenas condiciones es fundamental. Para ello, ¿dónde se puede acudir?
- El concesionario: es el mejor lugar, y allí es posible consultar con el vendedor todas las ofertas de financiación que estén disponibles. En el concesionario, además de asesorar al cliente sobre el modelo escogido, pueden orientarle acerca de la compra de otros modelos de similares prestaciones y mayores facilidades para su financiación, según explica Blas Vives, secretario general de FACONAUTO.
Su principal ventaja es que son capaces de adaptarse al consumidor, y su financiación se caracteriza, sobre todo, por la concesión de créditos flexibles. Se trata de regalar las primeras cuotas o reducir su cuantía durante el primer año. Así, en lugar de pagar 100 euros al mes se pagarían unos 50 euros. Aunque el ahorro anual pueda superar los 2.000 euros y sea muy interesante, se debe tener en cuenta el TAE propuesto y considerar la cuota que se empezará a pagar tras la mencionada promoción anual.
Una vez conseguida la información de los concesionarios, conviene acudir al banco o caja de confianza para comparar ofertas, contrastar y elegir la que mejor se ajuste al bolsillo, aunque estas entidades no se inclinan por conceder créditos en la situación económica actual, y practican una política de «cerrar el grifo». Las operaciones de crédito para sufragar la compra de un vehículo han experimentado un fuerte retroceso, según indica Blas Vives; de hecho -según comenta-, durante el pasado año en estas fechas 65 de cada 100 operaciones eran aprobadas, mientras que ahora sólo se autorizan 40 de cada 100.
- Bancos y cajas: la ventaja de acudir a un banco o caja radica en que son capaces de ofrecer mayores opciones de financiación, aunque en la actual coyuntura económica, todas las entidades están tomando precauciones y restringiendo duramente los créditos por lo que es muy difícil comprometer esos contratos. Aun así, hay una oferta muy variada, entre la que destaca, por ejemplo, el llamado «Préstamo Supercoche» del Banco Santander, que ofrece desde 3.000 a 48.000 euros que se pueden pagar hasta en cinco años. Si además se contrata el Seguro de Protección de Préstamos y se domicilia la nómina o la pensión, se obtienen mejores condiciones para financiar el nuevo coche.
Otra opción es recurrir a los préstamos personales, como el «Crédito Abierto Personal» de La Caixa, un crédito con garantía personal y efecto «revolving» que puede permitir financiar una plaza de parking ahora y un vehículo nuevo dentro de cinco años. Está orientado al consumo duradero, con un tipo de interés variable y con la posibilidad de introducir en cualquier momento de la vida del crédito (excepto en el último año) periodos de pago únicamente de intereses.
El plan VIVE
En junio de este año se empezó a aplicar el Plan de financiación VIVE -que ha dejado atrás al llamado Plan Prever-, buscando rejuvenecer el parque automovilístico. El plan, cuyas siglas responden al concepto «Vehículo Innovador-Vehículo Ecológico», contará con dos años de vigencia (hasta el 31 de julio de 2010) y contempla una ayuda a la financiación para la adquisición de coches nuevos de 1.040 euros por automóvil, a cambio de deshacerse de un coche con más de 15 años en circulación.
Los primeros 5.000 euros destinados a la compra de un coche mediante un crédito por el cien por cien del importe tendrán un tipo de interés cero
La ayuda de este programa consiste en que los primeros 5.000 euros destinados a la compra de un vehículo mediante un crédito por el cien por cien del importe tendrán un tipo de interés cero. El resto del importe de la financiación del vehículo no superará una tasa del Euribor +0,25%. El plan VIVE, al contrario que el Prever (antiguo Renove) no supone una ayuda directa a la compra de vehículos, sino una ayuda a la financiación, y desde las asociaciones de automoción señalan que de nada sirve «conceder ayudas mediante préstamos a la compra de un coche si los bancos no autorizan las operaciones».
Además, aseguran que el nuevo Plan VIVE no encaja con el prototipo del español que solicita financiación para su coche, que se corresponde con solteros de 38 años de edad, sin hijos, con una antigüedad laboral de cinco años y una media de ingresos de 1.350 euros al mes. En el caso del Plan Prever, sí suponía un incentivo fiscal de entre 480,8 y 721,2 euros para aquellos automovilistas que adquirieran un vehículo nuevo y entregaran, a cambio, el suyo viejo de al menos diez años de vida.
Respecto a actuar como revulsivo para la renovación del parque móvil, desde FACONAUTO indican que se esperaba que las ayudas a la financiación alcanzaran también a los vehículos con una antigüedad de al menos de diez años, ya que en la actualidad, los coches de más de 15 años de edad suponen el 12% del parque vivo circulante, frente al 30% que representan los coches de más de diez años.
La edad media actual de los vehículos en el parque español es de 8,7 años, una edad más que avanzada teniendo en cuenta la recomendación del secretario general de FACONAUTO, quien señala que si el vehículo está bien cuidado “puede aguantar perfectamente entre cinco y seis años”, pero a partir del sexto año el agotamiento de las piezas es evidente, y es recomendable plantearse un cambio.
Una opción barata para cambiar de automóvil cuando éste ya no da más de sí es adquirir lo que se llama un modelo “de demo” o “de gerencia”, que son usados por los trabajadores del concesionario como modelo de prueba, y salen a la venta por un precio menor.