Antes de desembolsar una parte sustancial del sueldo mensual en un bien duradero, como un vehículo, es conveniente seguir estos pasos:
Pida información sobre los precios en varios concesionarios de la misma marca. Las diferencias pueden ser muy notables.
Las listas de precios de las revistas especializadas son tan sólo precios recomendados de venta emitidos por los fabricantes. No tienen por qué coincidir con la tarifa real del concesionario.
El precio final no es solamente el del vehículo. Hay que sumar los impuestos como tasa de matriculación, placas de matrícula, impuesto municipal de vehículos y gastos de gestoría.
Exija toda la documentación previa y lea detenidamente el contrato de compra ya sea una adquisición al contado o a plazos.
No tiene obligación de aceptar la financiación del concesionario. Busque y compare condiciones en bancos, cajas de ahorro y otras entidades de crédito.
Si va a vender el coche usado a cambio del nuevo, es recomendable efectuar una tasación del mismo en sitios diferentes para tener una orientación real sobre el precio.
Es conveniente determinar en el contrato la fecha de la entrega del vehículo adquirido.