Uno de cada tres coches de lujo oculta un caso de blanqueo de capitales, según han denunciado profesionales de Hacienda, que estiman en más de 200 millones de euros anuales el dinero que el Estado deja de ganar a causa de los fraudes realizados en la importación de automóviles de gama alta (más de 60.000 euros), cuyas ventas se dispararon más de un 40% en 2006 frente a la caída del 2% en las operaciones con los turismos normales. Dicho incremento fue incluso tres veces mayor en comunidades como Cantabria, Extremadura, La Rioja o Castilla-La Mancha.
Ante este panorama, la organización de técnicos financieros del Ministerio de Economía y Hacienda (Gestha) ha demandado al Gobierno que tome cartas en el asunto y aumente los controles, tanto sobre este tipo de operaciones como respecto a la proliferación de billetes de 500 euros en circulación, que se ha multiplicado por ocho desde la entrada en vigor del euro.
Sostienen esos profesionales que la Administración Tributaria tiene información suficiente para localizar los focos de fraude y actuar contra ellos. Proponen, por ejemplo, que se refuercen las investigaciones sobre las compras realizadas por individuos con rendimientos económicos reducidos o por sociedades con nula o escasa actividad.
Según los cálculos de Hacienda, el fraude medio por vehículo de lujo importado de otros países ronda los 12.000 euros, mientras que el número de automóviles donde se ha detectado alguna irregularidad fiscal ronda los 20.000 por ejercicio.