Algunos modelos incorporan intermitentes con un dispositivo luminoso que ocupa todo el contorno del retrovisor. Así, al accionar el mando, la señal luminosa se hace visible para aquellos vehículos que circulan delante, detrás o a nuestro lado. Además, al estar situado a la altura del ojo de los otros conductores incide en una respuesta más rápida.
El intermitente en el retrovisor nos hace más visibles para los que vienen de frente en caso de que vayamos a realizar un adelantamiento, ya que el tradicional queda oculto a su campo de visión por el vehículo que nos precede. Los demás conductores perciben unas décimas de segundo antes nuestras intenciones, una fracción de tiempo aparentemente pequeña pero que puede suponer la diferencia entre colisionar o esquivar a tiempo la situación de peligro.
La utilidad de este dispositivo es patente en la salida de las rotondas. Si otro vehículo se ha colocado a nuestra derecha nuestro intermitente quedará a la altura de los ojos y a muy escasa distancia del otro conductor. Si es el otro conductor el que acciona su intermitente izquierdo para avisarnos de que continúa girando, lo podemos ver sin problemas a través de nuestra ventanilla, mientras que el resto quedaría oculto a nuestro campo de visión.