La Dirección General de Tráfico (DGT) ha asegurado que durante el pasado puente de Santiago utilizó todos los medios humanos y técnicos disponibles para paliar los problemas que pudieran derivarse de los desplazamientos por carretera con motivo de esta festividad. «Este tipo de puentes festivos de pocos días producen una concentración en el tiempo de multitud de viajes, sobre todo en dirección hacia zonas de costa de Levante. En estos días se han producido más de seis millones de desplazamientos», señaló el organismo que dirige Pere Navarro en un comunicado.
La DGT se defiende así de las criticas lanzadas por las retenciones registradas hasta la madrugada del lunes debido al retorno masivo desde las playas del Mediterráneo a Madrid y otras comunidades en que ese día fue fiesta.
Las retenciones, de hasta 18 kilómetros, se produjeron en el enlace de la A-31 con la A-3 en Atalaya del Cañavate (Cuenca), donde confluyen los coches que vienen de Valencia, Castellón, zonas de Tarragona y de Albacete, y, en esta localidad, en el nudo que forma la N-301, que absorbe los vehículos provenientes de Alicante, Murcia y algunas zonas de Almería.
Según el subdirector de Circulación, Federico Fernández, estas retenciones se deben a la «insuficiencia de infraestructura» y «ocurren en todas las grandes operaciones de retorno, en todos los puentes de primavera y otoño. Suele pasar y seguirá pasando», con mayor o menor intensidad en función del clima o los accidentes.
Tráfico lamenta que muchos conductores hagan caso omiso a los avisos de retenciones y no utilicen vías alternativas, pese a la información ofrecida en paneles de carretera, por radio y con mensajes SMS.
Falta de personal
Desde el Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), su portavoz, Nuria Alonso, en declaraciones a CONSUMER EROSKI, señala que una vez más se pone de manifiesto que España «no tiene una infraestructura viaria adecuada» y que la DGT y la Guardia Civil «no disponen de personal suficiente para coordinar los desplazamientos».
En su opinión, la clave no está en construir más carreteras, sino en mejorar la información que se proporciona a los consumidores, especialmente sobre vías alternativas. «Información más accesible y más fluida. No puede ser que los teléfonos de la DGT comuniquen siempre», indica Alonso, que apuesta por que las comunidades autónomas se impliquen más en estas tareas.
La responsable de comunicación del Comisariado hace además un llamamiento al transporte público para solucionar los problemas en las carreteras. En este sentido, indica que Renfe, por ejemplo, tiene que dar más servicio, pero «no tiene capacidad» para ello.
Por su parte, el presidente de Automovilistas Europeas Asociados (AEA), Mario Arnaldo, coincide con la portavoz de CEA en que falta personal. «De los 8.000 agentes que se está diciendo que se usan en los operativos, se ha comprobado que los efectivos reales que están actuando no llegan a la mitad», asegura Arnaldo. «Si no hay presencia policial, que son los que pueden decidir cuando hay que dirigir y desviar el tráfico a otras carreteras alternativas, difícilmente se va a poder resolver este problema de caos circulatorio», añade. Por ello, pide que aumente la presencia de la Guardia Civil en las carreteras durante los puentes y las vacaciones.
Arnaldo también cree que es necesario aumentar la capacidad y los sistemas de información «para que el usuario, antes de iniciar un recorrido, sepa en tiempo real en qué condiciones está esa carretera». A su entender, la falta de información suficiente desde el lugar de partida ha podido ser la causa de que «se agotaran al máximo estos días vacacionales y muchos de los conductores del Levante empezarán a salir a las siete de la tarde, lo que provocó el colapso».