La obstrucción de la calzada por mal estacionamiento, averías o cualquier otra circunstancia puede hacer que el coche termine en el depósito municipal. Aparcar en zona reservada para discapacitados o pinchar un neumático, y que se complique su recambio abandonando el vehículo en el lugar, son algunas de las infracciones que pueden acabar con la intervención de la grúa. Sin embargo, hay derechos que asisten al usuario si desea recurrir la multa: desde la imposición de que la grúa actúe siempre en presencia de un agente de tránsito, hasta la constancia de actas de observación realizadas en tiempo y forma por la autoridad. En cualquier caso, se debe demostrar que el infractor causaba graves perturbaciones y peligro en la vía pública. Este artículo detalla las circunstancias en las que la grúa se puede llevar el coche, cómo se lleva a cabo ese procedimiento y qué puede hacer el titular del vehículo al respecto.
Cuándo puede llevarse el coche la grúa
Las normas viales son claras a la hora de definir las situaciones en las que puede intervenir una grúa municipal:
El responsable de los cargos es siempre el titular del vehículo, no el conductor
Cuando el vehículo constituya peligro o cause graves perturbaciones a la circulación, al tránsito de peatones o al funcionamiento de algún servicio público o deteriore el patrimonio público.
Si puede presumirse racionalmente su abandono, tras permanecer estacionado por un periodo superior a un mes en el mismo sitio (el coche debe presentar de forma visible desperfectos que hagan imposible su desplazamiento por sus propios medios o le falten las placas de matriculación). El tratamiento legal de un vehículo en esta circunstancia es el de «residuo sólido urbano», en el ámbito de la normativa ambiental correspondiente.
En caso de accidente que impida continuar la marcha.
Cuando el infractor se niegue a depositar o a garantizar el pago del importe de la multa.
Si, tras ser inmovilizado un vehículo en la vía pública, transcurren 48 horas sin que el conductor corrija las deficiencias.
Cuando el vehículo está de baja.
En caso de que el coche carezca de seguro.
Cómo procede la Justicia
La prueba de la infracción es lo único que justifica poder llevarse el coche a los depósitos municipales. Ya sea porque un acta requiera la inmediata retirada del vehículo, por abandono en un lugar prohibido o porque obstruya el tráfico, los agentes deben seguir un procedimiento que incluye:
La suscripción de un acta de observación del vehículo en infracción o multa (de no estar presente el conductor, se archivará en la carpeta sin notificar con fecha en la dependencia que corresponda).
Comunicar con el titular, en el domicilio de la identificación del vehículo, en un plazo máximo de un mes. Si no se retira el coche de inmediato (por ejemplo, porque se presume abandono), a los 15 días podrá llevarse el coche al depósito.
Recurrir la sanción
Siempre se puede recurrir la multa si se considera que la situación es injusta.
El valor de una infracción por mal estacionamiento ronda los 150 euros
El valor de una infracción por mal estacionamiento ronda los 150 euros y, a su valor nominal, habrá que sumar el tiempo de guarda en los depósitos.
El responsable de los cargos es siempre el titular del vehículo, que tiene derecho de reclamar después al conductor.