La mala percepción visual y los accidentes de tráfico guardan un vínculo causal en el 59% de los casos. Así lo destacó el profesor Renato Pocaterra, investigador en la Universidad de Milán Bicocca (Italia), durante el almuerzo-debate organizado en el Parlamento Europeo en Estrasburgo para enfatizar el papel relevante de una buena vista para la seguridad de los conductores.
Según indicó, una de cada tres personas tiene una visión deficiente, por debajo de los requisitos mínimos establecidos por la ley para poder conducir un vehículo. En Francia, varios estudios llevados a cabo por la Asociación Francesa para la Mejora de la Vista (ASNAV), indicaron que sobre 40 millones de conductores, ocho millones tienen problemas visuales no corregidos o corregidos inadecuadamente, apuntó el presidente de ASNAV, Bertrand Roy.
Si se tiene en cuenta que la vista es un factor que juega un papel crucial en la conducción segura, el EUROM 1 realizó un llamamiento al Parlamento Europeo, la Comisión Europea (CE) y los Estados miembros para que enfaticen el valor de estar físicamente apto para la conducción, así como las rápidas y fáciles ventajas que supondría una revisión sistemática de la vista de los conductores por un profesional de la visión.
La federación también incidió en la importancia de hacer de las cuestiones ópticas y oculares parte de los programas de salud pública para asegurar una conducción segura y para ofrecer un diagnóstico precoz de las enfermedades oculares. Destacó de igual forma la importancia de desarrollar campañas de concienciación orientadas a promover una revisión periódica de la visión.
EUROM 1 sugirió que se certifiquen los exámenes visuales llevados a cabo por profesionales del cuidado ocular, ya que los test básicos y no científicos (realizados por un examinador del permiso de conducción) no son precisos ni fiables. Además, abogó para que, aparte de la revisión obligatoria para todos los conductores en el momento de la obtención del primer permiso de conducir, se establezcan revisiones obligatorias periódicas cada 5 ó 10 años.