La Brigada de Investigación Tecnológica (BIT) de la Dirección General de la Policía (DGP) ha perseguido y controlado los primeros casos de compraventa de puntos del permiso de conducir por Internet. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer en el Senado que algunas compañías ya «se han anunciado para comprar y vender puntos y que han renunciado a hacerlo» tras ser investigadas.
Pérez Rubalcaba respondió así a la senadora del PNV Elena Etxegoyen, quien le planteó la necesidad de adoptar medidas para frenar el «mercado negro» de puntos , cuyas ofertas proliferan en Internet entre los 250 y los 1.000 euros el punto.
Algunos ejemplos que expuso Etxegoyen fueron el de un individuo que posee el permiso pero no conduce y pone a la venta los puntos; la persona que se autoinculpa de la infracción ante la administración correspondiente y firma la multa que después le reintegra otro conductor necesitado; el mercadeo de puntos entre familiares, o el caso en el que un conductor extranjero aporta sus datos en una multa por velocidad para exonerar a un conocido español.
Para evitar males mayores, Pérez Rubalcaba confirmó que la Dirección General de Tráfico (DGT) tiene intención de penalizar administrativa o penalmente estas infracciones y prepara un paquete de medidas para combatir este mercado negro en caso de que prolifere. Para ello ha preguntado a otros países de Europa cómo lo han evitado, caso de Francia.
Desde la DGT se asegura que no tienen constancia de un mercadeo de créditos del carné porque «es imposible saberlo si aún no se han tramitado las denuncias de puntos pertinentes».
Nueva iniciativa
Por otro lado, Tráfico estudia permitir que jóvenes de entre 16 y 18 años puedan empezar a conducir acompañados por sus padres o tutores antes de obtener el permiso, pero una vez aprobado el examen teórico y recibido clases prácticas en la autoescuela.
Esta iniciativa se ha aprobado ya en Francia y pretende reducir los riesgos de los conductores noveles durante el primer año de conducción, «que es el de mayor siniestralidad», según dijo el director de la DGT, Pere Navarro.
De esta manera, después de aprobar la prueba teórica y recibir un número determinado de clases prácticas, el conductor tendría un año de conducción antes de enfrentarse al examen práctico definitivo, lo que también contribuiría a que el porcentaje de aprobados fuera más alto.