España y Francia instauraron ayer en París la comisión intergubernamental encargada de seleccionar los proyectos de autopistas del mar por la fachada atlántica entre los dos países, cuya primera línea está previsto que sea operativa en 2007. El objetivo fijado a los jefes de ambas delegaciones, que celebraron su primera reunión en la capital francesa, es elaborar el pliego de condiciones para finales de este ejercicio con el propósito de lanzar la licitación a comienzos del próximo año.
El concurso público no designará a priori los puertos de la autopista marítima Atlántico-Mar del Norte, aunque son aspirantes naturales las principales bases de la cornisa cantábrica, con Bilbao a la cabeza. Las rutas propuestas deberán incluir una escala en, al menos, un puerto español y otro francés con el volumen de tráfico transferido de la carretera al mar como principal criterio de evaluación de los proyectos.
En la presentación de la comisión, la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez, y el titular francés de Transportes, Dominique Perben, firmaron una carta conjunta dirigida al comisario europeo del sector, Jacques Barrot, en petición de apoyo y ayuda financiera en virtud del programa «Marco Polo». La reglamentación comunitaria limita las ayudas a los tres primeros años del lanzamiento de la iniciativa y a un 30% del costo final.
Los dos ministros preconizaron que hay que aprovechar la experiencia de la autopista atlántica para su posterior traslado a la fachada mediterránea.