Los infractores de los límites de velocidad, los adictos al móvil, los que se despistan y los que están cansados, junto con quienes mezclan alcohol y volante, tienen un riesgo tres veces más alto de sufrir un accidente que los buenos conductores. El mal estado de las carreteras o las malas condiciones atmosféricas son factores importantes, pero secundarios.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) consultó a 1.858 personas sobre su forma de conducir, su historial (accidentes, multas, etc..), la vigilancia del tráfico por las autoridades y el estado de las carreteras. Dos tercios de los entrevistados habían sufrido algún accidente a lo largo de su vida y un 27 por ciento lo había tenido en los tres últimos años.
Entre los 67 malos hábitos propuestos por los encuestadores se detectaron éstos como los más arriesgados:
–Conducir bebido o bajo el efecto de estupefacientes. El 63 por ciento de los que confesaron esta práctica habían sufrido algún accidente.
–Superar los límites de velocidad. Uno de cada cinco encuestados reconoció circular a más de 140 km/h en autopista o autovía. El 36 por ciento había sufrido algún accidente por esta causa en los últimos tres años.
–Simultanear conducción con otras tareas. Casi la mitad reconoce hablar por el móvil de vez en cuando e incluso, enviar mensajes de texto.
En ocasiones se incurre en comportamientos de riesgo a sabiendas. Ocho de cada diez encuestados sabe que el cinturón ayuda a reducir los daños en accidentes, pero sólo el 44% se lo abrocha en la ciudad. Una cuarta parte circula con los neumáticos muy gastados, con más de 57.000 kilómetros.
Entre las soluciones propuestas, más vigilancia y más sanciones. Sólo uno de cada diez entrevistados que sobrepasan habitualmente el límite de velocidad han sido sancionados. En cuanto a la alcoholemia, uno de cada cinco había pasado un control en el último año, aunque sólo un dos por ciento arrojó un nivel en sangre superior al permitido. Sobre el estado de las carreteras, las vías urbanas y las secundarias son las que salen peor paradas. Las mejor consideradas en la encuesta de la OCU fueron las autopistas de peaje.