Durante el primer trimestre del año se comercializaron en España 298 motos y ciclomotores eléctricos, un 65% más que el año anterior, según datos recogidos por la consultora MSI para la plataforma de vehículos en la red AutoScout24. El mercado de turismos eléctricos también avanza, aunque en menor medida que el de las motos, a pesar de que «se ven beneficiados por subvenciones de hasta 6.000 euros por vehículo». De enero a marzo, se vendieron 115 coches eléctricos, un 42% más.
AutoScout24 explica que la aceptación de las motos y ciclomotores eléctricos es aún minoritaria, con sólo un 1,2% de las ventas totales en el primer trimestre año, pero aún así «esta cuota de mercado es muy superior a la que obtuvieron los coches eléctricos durante el mismo periodo de tiempo, cuando apenas representaron el 0,05% de las matriculaciones». En la actualidad, se vende 2,6 motos eléctricas por cada coche eléctrico.
La mayor implantación de las motos eléctricas, «que podrían alcanzar una cuota del mercado del 5% para el año 2020», se debe principalmente «a que carecen de las limitaciones o barreras de los coches de este segmento, convirtiéndose en una de las opciones más rentables de movilidad para el entorno urbano, por su asequible precio de adquisición, bajo consumo, facilidad de recarga y duración de las baterías», señala AutoScout24.
Además, al contrario que en el coche eléctrico -que puede llegar a triplicar el coste de un modelo tradicional de la misma gama-, los precios de las motos eléctricas son bastante similares a los de las convencionales, a partir de los 2.500 euros. También resulta más rentable, ya que su gasto en combustible (unos 50 céntimos por cada 100 kilómetros) es tres veces menor que el de una moto de gasolina.
Otra ventaja de las motos eléctricas es que no necesitan de puntos de recarga específicos, ya que pueden cargarse desde un enchufe convencional de la propia vivienda en poco menos de tres horas, lo que no exige siquiera cambiar la potencia contratada. Además, el tamaño de sus baterías es considerablemente más pequeño, lo que permite a algunos modelos alojar una de repuesto bajo el sillín, con lo que desaparece el miedo a quedarse parado a mitad de un trayecto.
De este modo, el informe de AutoScout24 revela que, al contrario que en los automóviles de este tipo, la autonomía de una moto eléctrica -que alcanza un promedio de 100 kilómetros- no resulta un obstáculo para su comercialización, máxime cuando el recorrido medio de un motociclista no supera los veintisiete kilómetros diarios por ciudad. De igual modo, el mantenimiento de las motos eléctricas es mucho más barato y menos frecuente que el de una convencional, ya que al contar con menos piezas los motores eléctricos son más sencillos. «Todo ello traduce en menos averías y, por tanto, menos visitas al taller», destaca la plataforma on line.