Los continuos «saltos» del taxi o el autobús a lo largo de ocho horas de jornada laboral producidos por las bandas de los pasos de peatones incrementaron de forma notable los dolores y lesiones de espalda de los profesionales bilbaínos del transporte, lo cual ha obligado a la Administración local a tomar estas medidas.
El Instituto Vasco de Seguridad Laboral (Osalan) se ha sumado a la petición de rebajar realizada por los conductores de autobuses metropolitanos y taxistas mediante un informe en el que señalaban la «inconveniencia» de ciertos peraltes para la salud de los conductores y los calificaban como «un grave peligro para la salud de los profesionales de la conducción».
Osalan afirma que estos pasos elevados deben tener una inclinación inferior al 12% cuando en muchos casos superaban el 20%. Su deterioro ante el continuo paso de vehículos crea formas cóncavas que provoca un pequeño salto en los conductores.
El informe aporta soluciones como rebajar la pendiente, construirlos con un material más compacto resistente a las deformaciones y sustituir los badenes por bandas de goma, «que no suponen un peligro para la salud de los conductores y sí una molestia para quienes quieren correr con el coche».
Badenes y bandas proliferan en numerosas ciudades como dispositivo eficaz para reducir el número de atropellos. Curiosamente, no existe una normativa que especifique cómo deben construirse estos elementos arquitectónicos.