Los coches se encarecerán unos 3.000 euros por la obligación de reducir la contaminación de los motores

La UE establece el límite de emisiones de CO2 de los vehículos en 120 g por kilómetro a partir de 2012
Por EROSKI Consumer 19 de abril de 2007

Los consumidores van a ser los más perjudicados por la nueva normativa europea sobre reducción de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en los coches nuevos. La patronal europea de automóviles, ACEA, afirma que la necesidad de reducir la contaminación de los motores encarecerá los vehículos unos 3.000 euros.

El texto propuesto por Bruselas establece el límite de emisiones de CO2 de los coches que se vendan en la UE a partir de 2012 en 120 g por kilómetro (gr/km), frente a los 160 actuales. Según los cálculos de Bruselas, los motores serán los mayores responsables de esta reducción con un techo de 130 gr/km, dependiendo los 10 gr/km restantes de mejores sistemas de aire acondicionado, del uso de biocombustibles, y de una mayor eficiencia energética de los coches ligeros de carga.

Deslocalizaciones

Esto se traducirá, según ACEA, en vehículos 3.000 euros más caros. Además, para compensar el sobrecoste, la industria se verá obligada a deslocalizar sus fábricas fuera de Europa. «No es justo que se vuelque toda la responsabilidad sobre la tecnología de los automóviles», afirma Iván Hodac, presidente de la patronal.

En nuestro país, el coste adicional de los coches será de un 18% y las deslocalizaciones estarán a la orden del día. «La búsqueda de mano de obra barata moverá los trabajos fuera de Europa y ello tendrá repercusiones en las exportaciones», afirma Hodac, destacando que España exporta dos de los tres millones de coches que fabrica anualmente.

La patronal europea de automóviles advierte de que, para compensar el sobrecoste, la industria se verá obligada a deslocalizar sus fábricas

«Esperamos que el Gobierno español no ponga toda la presión sobre los coches para reducir las emisiones de CO2 porque no es asequible», añade Hodac advirtiendo de la entrada de Rusia en escena como «la futura fábrica de coches europeos».

El texto ha sido además tachado de «completamente arbitrario» por la ACEA, que considera «inaceptable» la ausencia de un previo estudio de impacto para evaluar sus consecuencias sobre el empleo, los precios, y la competitividad de la industria del automóvil.

A juicio de ACEA, la reducción del 25% de las emisiones para el año 2012 propuesta por la UE «está totalmente fuera de lugar y no puede ser alcanzada de ninguna manera». En este sentido, Hodac recuerda que la industria del automóvil funciona con ciclos de siete años y otros más largos aún en el caso de los motores.

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