Para evitar sentirse perdido cuando se adquiere la resposabilidad de un vehículo al 100% es una buena ayuda portar siempre el manual que el propio concesionario pone a disposición del propietario. De esta forma llevará el control de las revisiones que necesita pasar el vehículo: cambios de aceite, niveles del agua, pastilla de frenos. Tan sólo bastará mirar los kilómetro recorridos por el vehículo para saber qué tipo de revisión le toca pasar.