La ley no prohíbe que se fume al volante, pero hacerlo provoca pequeñas aunque importantes distracciones. Estas son semejantes a las que se cometen mientras se habla por el móvil, y pueden desembocar en accidentes, menores o fatales. Por ello, como se explica a lo largo del artículo, aunque no haya una normativa expresa, los agentes responsables del tráfico pueden considerar que fumar mientras se conduce es una falta grave. Si lo hacen así, esta acción se sancionaría con 200 euros de multa y tres puntos menos en el carné de conducir.
¿Está prohibido fumar en el coche?
En Reino Unido se ha puesto en marcha una ley que prohíbe fumar en los coches en los que viajen niños. La multa por incumplir esta normativa asciende a 50 libras (70 euros). En España, sin embargo, «fumar mientras se conduce no está prohibido de forma expresa», como explica Eugenio Martín, responsable de Seguridad Vial en la Asociación DIA de víctimas de accidentes y Fundtrafic.
Pero en los artículos 17 y 18 del Reglamento General de Circulación figura que el conductor debe estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo y que está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del medio de transporte y la de los demás usuarios de la vía.
Como no hay mención expresa al uso del tabaco, queda bajo el criterio de los agentes encargados de la vigilancia del tráfico sancionar o no estos comportamientos, que podrían considerarlo falta grave. Hace ya unos años la Guardia Civil multó con 60 euros a un ciudadano asturiano por estimar que fumar le distraía durante la conducción. Si fuera hoy, y se tipificara como falta grave igual que lo es hablar por teléfono o utilizar auriculares, la sanción por fumar al volante sería de 200 euros y tres puntos menos en el carné de conducir.
¿Y cómo se puede controlar que los ciudadanos no consuman tabaco mientras conducen? Al igual que con el uso del móvil, el control debe venir por la vigilancia y, en particular, por la vigilancia visual que realizan los agentes de tráfico o las cámaras de la Dirección General de Tráfico (DGT).
¿Es peligroso conducir y fumar al mismo tiempo?
Un trayecto en automóvil no es tan largo como para no poder estar sin fumar… Y hacerlo puede ser peligroso, ¡y mucho! Un estudio de la Universidad de Zaragoza señala que el porcentaje de accidentados es un 50% mayor en fumadores que en no fumadores, «y las aseguradoras británicas calculan que al menos el 5% de los accidentes de carretera se deben a consumir tabaco dentro del coche», como explica Ángela Pérez, profesora de autoescuela.
A ello hay que añadir una investigación realizada en Canadá hace ya dos décadas entre conductores que habían sufrido un siniestro. El análisis reveló que estar fumando en el vehículo había tenido más peso que otros factores, como los kilómetros recorridos.
¿Por qué fumar puede provocar accidentes?
Las distracciones que ocasiona fumar serían la principal causa. La DGT corrobora que distraerse al volante es la razón de más del 30% de los accidentes, y consumir tabaco supone distraerse. «Todo el ritual del fumador implica una falta de atención», puntualiza Martín. Desde buscar el cigarro, encenderlo, el humo… hasta llevarlo sujeto entre los dedos. Y la cosa se complica si se desprende ceniza, cuando además de dejar el volante menos sujeto, se aparta la mirada de la carretera para comprobar dónde ha caído o limpiarse.
La tarea de conducir, como explica la profesora de autoescuela, implica que el conductor tiene que «organizar y coordinar toda la información, todos los estímulos que le llegan». Y eso solo puede hacerse con un elevado nivel de atención, que no es fácil de mantener si está fumando. Asimismo, según el estudio canadiense citado, la intoxicación crónica por monóxido de carbono disminuye la atención y merma la visión nocturna.
Fumar mientras se lleva un vehículo, además, «afecta a la libertad de movimiento del conductor, en este caso sobre todo a la hora de utilizar el volante», como apunta el experto en seguridad vial. Y esta es otra de las causas que provocan accidentes.
Por ello, tanto la docente como Eugenio Martín creen que dejar a un lado los cigarrillos mientras se conduce «podría evitar accidentes de tráfico, al evitar las distracciones y dejar más libertad de movimientos al conductor», por si necesita hacer cualquier maniobra.
Fumadores poco concienciados, más accidentes
¿Está la sociedad concienciada sobre el peligro de fumar y conducir? La profesora de autoescuela señala que no lo suficiente, mientras que Martín matiza que no se trata de la sociedad en conjunto, sino que «son los conductores y conductoras que fuman los que no estarían concienciados en su mayoría». ¿Cómo solucionarlo? La respuesta está en aportar información sobre los efectos que consumir tabaco produce en la conducción y, sobre todo, «transmitir la idea de que un gesto tan sencillo en principio como es encender un cigarrillo puede suponer una distracción que termine en accidente».
Como conductores hay que pensar que los trayectos en coche no son tan largos como para no poder evitar fumar dentro del vehículo. Y en el caso de realizar un viaje largo, se debe parar cada dos horas; esas paradas pueden aprovecharse para hacerlo.