Tras varios años de investigación, en 1998 se presentó el primer prototipo de un vehículo con motor de aire comprimido CAT (Compressed Air Technologie systems) y en breve se prevé la fabricación de vehículos en serie.
La fuente de energía que utiliza es el aire comprimido, éste se almacena en depósitos de fibra. Su fuerza motriz se basa en la expansión del aire comprimido. En la actualidad, con el objetivo de aumentar la autonomía de estos vehículos, se ha incorporado la bi-energía, es decir la combinación de motor de aire comprimido y motor de combustible.
Ventajas
– Economía. El costo del combustible es 10 veces inferior a los vehículos convencionales de gasolina o diesel. En un motor monoenergía únicamente de aire el costo del combustible en ciudad ronda los 2 euros por cada 200 km.
– Contaminación negativa. El aire que sale del tubo de escape es más limpio que el que entra. Es decir, el aire urbano se filtra antes de ser inyectado en el motor y se expulsa totalmente puro a una temperatura de entre -15º C a 0º C, por lo que también contribuye a reducir el efecto invernadero. En el caso de los vehículos con bi-energía la contaminación en ciudad es nula y muy reducida fuera del área urbana.
– Autonomía: En el caso de los vehículos de bi-energía la autonomía está cerca de los 2.000 km.
– Recarga sencilla: Una vez que esté desarrollado, la recarga se realizará en las gasolineras en dos o tres minutos. También se puede recargar mediante un compresor que lleva incorporado el vehículo conectándolo a la red eléctrica durante 3 ó 4 horas.
Inconvenientes
– Autonomía: De momento los vehículos monoenergía tienen una autonomía de unos 200 km; están indicados sobre todo para andar en ciudad.
– Todavía no está desarrollada la red de gasolineras para poder recargar el motor.
– Su mecanismo exige un diseño aerodinámico que reduzca la resistencia, un peso muy ligero y un alto rendimiento en la rodadura.
