El carné por puntos se está convirtiendo en una pesadilla para muchos conductores, bien porque algunos han perdido ya algunos, bien por el riesgo de que ocurra. Lo cierto es que la velocidad media en las autovías se ha reducido. Pero las autoridades se enfrentan a un problema: el cobro de las multas que ponen sus agentes. Hacerlo en metálico no es habitual y podría ocasionar problemas a ambas partes, por lo que contar con un terminal para cobrarlas mediante un sistema de tarjetas de crédito sería muy útil. Es lo que se plantea llevar a cabo con la implantación (desde junio en pruebas) de un sistema de informatización de denuncias que permite de forma automática registrar la denuncia y enviarla al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas, así como notificarla en el acto al infractor.
Pago instantáneo
En el boletín de denuncia que se recibe al ser detenidos por un agente ya aparece un apartado que aparentemente permite el pago en el momento de la denuncia. Pero lo cierto es que es muy difícil, o imposible, que alguien pague en el momento en que le ponen la multa, y en metálico. Y si se hiciera, podría ocurrir que la autoridad no dispusiera de cambio, originando una curiosa situación. El problema al que se enfrenta la Guardia Civil tras la instauración del carné por puntos no es la cantidad de multas, sino cómo cobrarlas. Así que disponer de una terminal puede ser una gran ayuda para los agentes. Se cobraría en el momento, nada más poner la multa los agentes, mediante tarjeta de crédito. El llamado Programa de Informatización de Denuncias (PRIDE) se ha puesto en marcha de forma experimental en Segovia durante el mes de junio. En esa ciudad, de las 2.300 denuncias que Tráfico emitió en la provincia, más de 1.700 se han llevado a cabo a través del PRIDE.
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Concretamente en 2008 este sistema llegará a las carreteras de todo el país. Según Navarro, “el PRIDE permite de forma automática registrar la denuncia y enviarla al Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas, y notificar también en el acto la denuncia al interesado”. El objetivo es “agilizar el procedimiento, facilitar los trámites al denunciado y a la propia Administración, y utilizar las nuevas tecnologías en la gestión”. El número de PDA, o agendas electrónicas que harán falta será de unas 5.000. La PDA permitirá al agente contar en el acto con toda la información sobre el conductor y sobre el vehículo.
Recurrir las sanciones
El presidente de Automovilistas Europeos Asociados, Mario Arnaldo, no ha dejado de recordar que, aunque se pague con tarjeta, los conductores no pierden el derecho a recurrir la multa, también en caso de que se hayan acogido al pago previo. En todo caso, cuando se recibe una multa, ésta indica que si se paga dentro de un determinado plazo se renuncia al derecho de ejercer la acción legal de recurrir. Pere Navarro ha reconocido que la Dirección General de Tráfico “está al límite” de poder gestionar todas las multas que impone, y por esta razón se ha puesto en marcha el nuevo Centro Estatal de Tramitación de Denuncias Automatizadas, que se denominará Estrada. Navarro ha afirmado que quiere seguir colocando radares en las carreteras, pero para ello Tráfico tiene que aumentar la capacidad de gestión de las multas.
Claro que el número de multas no sólo desborda a Tráfico, sino que además les puede involucrar en problemas legales. Uno de los últimos procede del Juzgado Contencioso número 7 de Sevilla, que condenó a la Dirección General de Tráfico por “falta de diligencia”. Según el juez, Tráfico debe poner “el máximo celo en lograr la notificación personal de sus resoluciones y agotar las posibilidades de tal comunicación, antes de proceder a la cómoda vía de la notificación por edicto” (a través del BOE). La sentencia defiende aún más a los conductores cuando afirma que “la Administración olvida con demasiada frecuencia que la comunicación con los administrados es un instrumento para que éstos puedan ejercer sus derechos frente a la primera”.
Y hay más novedades, como la salida al mercado de GPS que no se puedan manipular con el coche en marcha, por el riesgo que supone manejar estos aparatos a la vez que se conduce. De hecho, la última campaña de tráfico hace referencia a la posibilidad de sufrir un accidente mientras se maneja uno de ellos. Por su parte, desde la Generalitat de Cataluña se quiere reducir a la mitad el tiempo que actualmente se requiere para llevar a cabo la retirada de puntos, pasando de un año a seis meses. Se pretende que cuando se compre un vehículo, sea necesario indicar quién van a ser el conductor habitual, para dirigirle directamente a él la notificación de la multa.