En el mercado de los vehículos de ocasión los precios han bajado de manera generalizada y, en 2011, las ventas de coches usados en España han supuesto el doble de las de los automóviles nuevos. Mientras que algunos conductores solo pueden acceder a la compra de un vehículo de segunda mano, otros se ven abocados a vender su coche, debido a la crisis económica y a la subida de los precios de los carburantes. Por ello, antes de poner a la venta el vehículo propio conviene conocer cuáles son los factores que influyen en su depreciación y, por tanto, en su precio final.
Cómo calcular el precio de un coche de segunda mano
Antes de colocar el anuncio de «se vende» en un portal de Internet especializado en compraventa de vehículos, en el periódico, o en la ventanilla del propio automóvil, conviene analizar cuánto puede valer el coche para precisar un precio de venta razonable.
El vendedor debe facilitar al posible comprador el historial mecánico y administrativo de su coche
Hay una serie de aspectos que se deben tener en cuenta y que deciden el precio final del vehículo:
Uno de los criterios esenciales que inciden en la valoración de un coche es su antigüedad: se tiene en cuenta el año, e incluso el mes de matriculación del vehículo.
El otro aspecto fundamental es el kilometraje del vehículo. Este parámetro va intrínsecamente unido a la edad del coche. Así, cuando el vehículo tiene menos de cuatro años un alto kilometraje no incide demasiado en su precio. Sin embargo, cuando un coche tiene más de seis años la depreciación es mayor, aunque tenga pocos kilómetros.
El tipo de motorización (diesel o gasolina) y su consumo. Dentro de un mismo modelo de coche, las mecánicas diesel se devalúan menos que los motores de gasolina.
Conviene visitar las páginas web de venta de coches de segunda mano y averiguar cuánto piden otros propietarios por vehículos similares (marca, modelo, motor, antigüedad, etc.) y comparar los precios de venta en publicaciones especializadas de motor y anuncios de segunda mano.
Hay varios portales de Internet de tasación online gratuita, como www.autoenred.com, www.autocasion.com o www.autocity.com, que pueden ayudar a hacerse una idea de los precios. En estas páginas, al introducir unos cuantos datos (la marca, el modelo, el tipo de motorización, el año de fabricación, el estado de conservación, los extras del vehículo, etc.), de manera instantánea se ofrece un precio bastante ajustado.
Es conveniente consultar a la empresa aseguradora sobre el valor real del automóvil en el mercado.
Además, se puede solicitar una tasación a los profesionales del sector (mecánicos, vendedores, concesionarios, talleres, etc.). Hay que tener en cuenta que los concesionarios y las aseguradoras tasan en general a la baja, mientras que los particulares lo hacen al alza.
Si se pretende entregar el coche en un concesionario donde se va a comprar uno nuevo, el precio será mucho menor que el que puede conseguir el propietario al venderlo de forma particular.
Si el coche está asegurado a todo riesgo, se puede aprovechar y dar un par de partes para pintarlo, eliminar arañazos y dejarlo «como nuevo». Con ello se obtiene una gran ventaja competitiva frente a los demás coches de segunda mano en venta.
Si el coche tiene extras o un equipamiento más completo que el resto (pintura metalizada, alarma, cambio automático, tapicería de cuero, asientos eléctricos, control de distancia de aparcamiento, control de velocidad, techo solar, etc.), se puede optar por subir el precio o por solicitar la misma cantidad que los demás vendedores. Con esta última opción se gana menos dinero, pero el coche se va a vender más rápidamente.
El estado de los neumáticos es un asunto muy importante, porque puede suponer un gran desembolso, según el coche de que se trate. Si están muy gastados o presentan un desgaste irregular, es mejor adquirir unos neumáticos nuevos en oferta o de segundas marcas. Un coche con ruedas nuevas (aunque no sean de primera calidad) ofrece muy buena impresión.
El estado general del vehículo (chapa, interior, lunas, pintura, volante, pedales, alfombrillas, etc.), que puede ir desde impecable hasta muy desgastado, también influye mucho en el precio. Hay que cuidar que no haya humos ni fugas de líquidos del motor o del circuito de refrigeración. Además, es preferible que el habitáculo no huela a tabaco.
Ofrecer confianza al comprador
Cuando una persona se decide a comprar un coche de segunda mano, no solo desembolsa su dinero, sino que también deposita su confianza en un vendedor desconocido. A diferencia de los vehículos nuevos, los coches usados tienen un pasado. Por ello, el posible comprador necesita conocer el historial del coche: los propietarios que ha tenido, la fecha de la primera matriculación, si ha estado guardado en garaje o ha dormido a la intemperie, si ha tenido un uso laboral o familiar, si ha recibido todos los servicios mecánicos, revisiones periódicas, etc.
Los coches diesel, debido a su mayor durabilidad y al éxito comercial que han tenido hasta ahora, se deprecian menos
Es imprescindible demostrar que se está al corriente de todos los pagos (que el coche no tiene cargas pendientes, ni multas) y que si el vehículo tiene más de cuatro años ha pasado los controles de la ITV (Inspección Técnica de Vehículos). El vendedor debe responder a todas las preguntas del comprador de forma veraz y sin evasivas.
Toda la documentación que se posea, el libro de mantenimiento del vehículo y las facturas de los arreglos que puedan probar los cuidados en el coche son muy útiles, porque favorecen la confianza del comprador. Asimismo, conviene brindarle la posibilidad de conducir el vehículo para que compruebe el habitáculo, la carrocería, el estado del motor, la caja de cambios, los frenos, etc.
El mercado de vehículos de segunda mano creció un 3,4% durante el pasado año y, en febrero de 2012 las ventas de coches usados experimentaron un aumento del 18,5%, con un total de 149.664 automóviles transferidos, según Faconauto (Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción). Estos datos demuestran que, en el ámbito automovilístico, los consumidores españoles se decantan por los vehículos de ocasión.
La mayoría de las compras que se efectúan se refieren a coches de bajo precio y alto kilometraje. Se trata de vehículos de más de siete años de antigüedad y con unos 95.000 kilómetros que ahora encuentran una mejor salida, debido a la crisis económica, a las dificultades para acceder a la financiación y a la falta de liquidez de algunos conductores. Estas circunstancias generan que el parque automovilístico español se haya convertido ya en el segundo más envejecido de Europa. Según las últimas estadísticas se calcula que un 43,7% de los coches que circulan por las carreteras españolas tiene más de diez años.
En cuanto a la depreciación de los coches, aquellos que tienen mecánicas diesel, debido a su mayor durabilidad y al éxito comercial que han tenido hasta ahora, conservan mejor su precio. Esta tendencia es más significativa en los monovolúmenes y en los compactos.
Además, en todos los tipos de vehículos, los modelos que más años llevan en el mercado son los que antes pierden su valor. Sin embargo, los vehículos todoterreno constituyen el segmento que menos depreciación sufre. Por el contrario, las berlinas, sobre todo las de lujo, son los vehículos que se devalúan antes.