El Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad ha elaborado un protocolo/guía de actuaciones y buenas prácticas en la atención sanitaria inicial al accidentado de tráfico (AT). Con él quiere establecer un marco general de actuación integral en esta asistencia. El documento plantea el escenario idóneo al que deberían de tender los servicios de emergencias médicas, tanto en los sistemas de información, coordinación y gestión como en la asistencia a los accidentados de tráfico, explicó el departamento dirigido por Leire Pajín.
El mayor porcentaje de los fallecimientos por un accidente de tráfico, entre un 60% y un 75%, ocurren durante la primera o segunda hora después del accidente, un periodo que se conoce como la «hora de oro». Las muertes, en esta fase, se deben principalmente a obstrucciones de vía aérea o a pérdidas de volumen circulante. Es la fase, además, en la que se pueden evitar el mayor porcentaje de fallecimientos a través de una asistencia.
Durante la presentación de la guía, el subdirector general de SAMUR Protección Civil, Ervigio Corral, señaló que el 75% de las muertes por accidente de tráfico pueden ser «prevenibles» si se lleva a cabo una atención sanitaria inicial adecuada, tanto en tiempo como en capacitación. En torno a un 10% de los fallecimientos son «difíciles de evitar», ya que se producen en los primeros segundos o minutos y están provocadas por «lesiones brutales» del sistema nervioso central o rotura de grandes vasos, añadió.
Las lesiones por tráfico son un problema de salud pública que requieren un abordaje multisectorial, por ello, la prevención de este tipo de lesiones es una responsabilidad «compartida por todos», afirmó Sanidad. Una vez que ocurre el accidente de tráfico, todos los esfuerzos se deben dirigir a limitar la gravedad del traumatismo y del sufrimiento que ocasiona, a prevenir las muertes y evitar las discapacidades y, por último, a lograr una óptima evolución de los supervivientes y su reintegración en la comunidad.
El 75% de las muertes por accidente de tráfico pueden ser prevenibles si se lleva a cabo una atención sanitaria inicial adecuada
Además de la prevención, es necesaria la sucesión coordinada de acciones que se inicia con los testigos o personas que descubren el accidente, que desempeñan un importante papel, continúa con el rescate de los accidentados por los servicios de urgencia y emergencia médica, y culmina con el tratamiento de los traumatismos y su rehabilitación.
Asistencia integral
Cada uno de los procesos en la asistencia inicial del accidentado tiene diferente duración temporal. Comienza con la notificación del incidente por parte del ciudadano o institución alertante, y termina con el traslado del paciente al hospital receptor o «Centro Útil». Además, se debe sumar el tiempo que transcurre en el hospital hasta la aplicación de la denominada «Terapia Útil», quirúrgica en la mayoría de los pacientes traumatizados por accidente de tráfico. En todos los procesos ha de tenerse en cuenta que es una patología tiempo dependiente, en la cual, todas las decisiones asistenciales deben tener en cuenta el parámetro cronológico.
Sanidad explicó que distintos estudios realizados tanto en Europa como en EE.UU. han demostrado que la prestación de una asistencia sanitaria integral a las víctimas de AT, en especial a los pacientes graves (1,5%) es fundamental para disminuir la gravedad de los mismos entre un 15% y un 50% de los casos. Esta asistencia pasa por disponer de un adecuado servicio de emergencias médicas que preste atención sanitaria precoz e «in situ» al paciente, y de una red adecuada de centros hospitalarios con capacidad para atender a este tipo de pacientes (los denominados «Trauma Center»). También se ha demostrado que el traslado dirigido de los pacientes politraumatizados a los centros útiles, y no al hospital más cercano, puede suponer un descenso de la mortalidad de hasta un 15%.