Hasta hace un tiempo asegurar una moto o ciclomotor era una odisea por la constante negativa de las aseguradoras privadas a ofrecer este tipo de servicios a los vehículos de dos ruedas. La política, basada, dicen las empresas, en la “alta siniestralidad” en el sector de las motos, continúa, pero tras una larga y dura batalla, fabricantes, comerciantes y usuarios han arrancado del Gobierno el compromiso de flexibilizar la contratación de primas a través del Consorcio de Compensación de Seguros. Un organismo público dependiente del Ministerio de Economía que se encarga de asegurar a aquellos conductores que son constantemente rechazados en el ámbito privado. Desde la entrada en vigor del acuerdo se contratan en el Consorcio una media de 300 pólizas diarias.
Plataforma de Defensa del Motociclismo
Los elevados precios de los seguros de motos y ciclomotores, entre otras cosas, desencadenaron una profunda crisis en el sector de las motos que se reflejó en una significativa caída de las ventas. En los últimos dos años los empresarios vendieron un 55% menos y las pólizas pasaron a costar, en algunos casos, cerca de 900 euros.
Los usuarios, entonces, decidieron tomar cartas en el asunto. El pasado año se creó la Plataforma de Defensa del Motociclista, una asociación con cerca de 30.000 miembros que agrupa no sólo a los propietarios de este tipo de vehículos, sino también a los fabricantes y comerciantes. La principal queja tiene que ver con la percepción “negativa” que, según la plataforma, se tiene de la moto. “Somos un objetivo fácil para los burócratas que perciben nuestro estilo de vida y nuestros vehículos como anti sociales y peligrosos”, decían los responsables de la asociación durante la presentación de ésta el pasado año.
Una de las principales reivindicaciones, quizá la más importante, tiene que ver con los elevados precios de los seguros de motos. “Lo sentimos. Estamos trabajando para asegurar motocicletas deportivas en el futuro”, o “Por ahora esta compañía no tiene previsto ofrecer seguros para ciclomotores”, son varias de las respuestas con las que se topa un usuario cuando acude a una compañía privada en busca de una póliza.
En el caso de los jóvenes la situación se complica. El tramo entre los 16 y 25 años está considerado como uno de los de mayor riesgo de accidentalidad, razón por la cual las empresas, por lo general, rehúsan vender seguros.
Con estos antecedentes y teniendo en cuenta que de un parque estimado de 3.000.000 de vehículos entre motos y motocicletas cerca de un 30% carece de seguro, la Plataforma de Defensa del Motociclista se dio a la tarea de impulsar sus reivindicaciones y lograr una mejora en sus circunstancias actuales.
Acuerdo oficial
Se desencadenó entonces una larga y dura batalla que, de momento, ha dado sus primeros frutos. Tras una serie de encuentros y desencuentros con Unespa, la patronal de las empresas aseguradoras, la Plataforma de Defensa del Motociclista acudió al Gobierno para tratar de arrancar una intervención que les facilitara el camino. Un acuerdo del Consejo de Ministros rubricado en diciembre del pasado año y en vigor desde abril, permite flexibilizar la contratación de pólizas a través del Consorcio de Compensación de Seguros.
Este organismo público, dependiente del Ministerio de Economía, se encarga de cubrir a los conductores que no tienen seguro. En el caso de las motos y ciclomotores, se obligaba a los conductores a presentar, por escrito, dos negativas de empresas a las que hubiera acudido sin obtener respuesta. Al final, es este el único mecanismo que tienen los propietarios de vehículos de dos ruedas para no incumplir la ley que les obliga a asegurarse. El problema que surgía en este caso era, según Pere Casas, portavoz de la Plataforma de Defensa del Motociclista, que las aseguradoras se negaban a expedir los certificados en los que quedaba reflejada su negativa. Y sin esos documentos, el Consorcio tampoco podía asegurar los vehículos.
“Lo que han hecho es aumentar los precios y disuadir a los jóvenes de entre 17 y 22 años con cantidades exorbitantes. En una compañía privada te puedes encontrar con precios que llegan a los 1.000 euros”, señala Pere Casas. Ahora, con el acuerdo del Consejo de Ministros, que no modifica la Ley vigente, los usuarios no tienen que arrancar de las empresas un certificado donde quede reflejada la imposibilidad de acceder a una póliza. Basta sólo con señalar, de forma verbal, los nombres de dos empresas que no hayan querido vender el seguro.
300 pólizas diarias
“En el ámbito de los vehículos de dos ruedas el Consejo de Ministros ha constatado una situación generalizada de dificultad de contratación de pólizas. Nosotros hemos traducido el acuerdo en una flexibilización a la hora de obtener la prima”, explica Alejandro Izuzquiza, Director de Operaciones del Consorcio de Compensación de Seguros. En promedio, el Consorcio vende entre 150 y 200 pólizas diarias, pero desde que entró en vigor el acuerdo, ya son 300 las operaciones que se llevan a cabo a diario. En parte, asegura Izuzquiza, tiene que ver con la modificación, pero también hay que atribuir el aumento de las pólizas a la llegada del verano, una época propicia para la compra de vehículos de dos ruedas.
Estos son, según Izuzquiza, los requisitos para acceder a un seguro en el Consorcio:
- Las operaciones se hacen vía telefónica para evitar el desplazamiento de los usuarios. El Consorcio atiende en el teléfono 902 22 26 65 de lunes a viernes de 9 a 15 horas.
- Deberá llamar la persona que esté en condiciones de contratar la póliza y que vaya a figurar en ella.
- Los datos que se suministren por teléfono serán considerados como una solicitud de seguro. En consecuencia, la conversación será grabada, previa advertencia al tomador de la póliza.
- Si se suministran datos falsos de los que el Consorcio pueda llegar a tener conocimiento, éste podrá ejercer las oportunas acciones legales.
- Los datos que debe suministrar el cliente son: comunicar de forma verbal los nombres de dos seguros que hayan rehusado vender la póliza. En este aspecto Izuzquiza aclara que puede ocurrir que los usuarios ofrezcan nombres de aseguradoras sin siquiera haber establecido contacto alguno con ellas. Es decir, cualquier propietario de una moto puede señalar a dos empresas y el Consorcio no comprobará si tal afirmación obedece a la realidad.
- Documento de identificación.
- Permiso o licencia de conducción correspondiente al vehículo que se pretende asegurar.
- Permiso de circulación del vehículo a asegurar.
- Certificado de características técnicas del vehículo en el que debe constar actualizada la I.T.V.
Una vez que se hayan efectuado los trámites por vía telefónica el Consorcio enviará al domicilio del tomador un recibo de prima para que sea pagado en cualquier oficina del SCH o del BBVA en un plazo de 15 días desde el momento en que se formaliza el contrato. Asegurar un ciclomotor en el Consorcio tiene un coste de 339,39 euros en lo que respecta a daños a terceros, sus bienes o a su persona. El Consorcio, explica Izuzquiza, no establece diferencias por edades ni por zonas geográficas. Sólo hay algunos recargos en función de la actividad del vehículo. La mayoría de los asegurados son jóvenes menores de 25 años, los más asiduos a este clase de transporte. El seguro tiene un límite de cobertura de 350.000 euros. Si la responsabilidad del conductor excede esta cantidad, deberá pagar la diferencia. Además, existe un seguro voluntario que cubre los daños producidos a terceros en el caso de que se sobrepasen los límites del seguro obligatorio. El Consorcio, en la actualidad, tiene cerca de 70.000 asegurados, de los cuales el 90% corresponde a propietarios de ciclomotores.
Confrontación entre aseguradoras
Desde la patronal Unespa, que agrupa a las empresas aseguradoras, su portavoz, Miguel Ángel Vázquez, considera “positivo” el acuerdo que permite flexibilizar la contratación de seguros a través del Consorcio. Vázquez reconoce que existen “muy pocas” compañías que ofrecen seguros para ciclomotores y motocicletas, pero argumenta que se debe a la “alta siniestralidad”. “Las compañías no tienen la obligación de asegurarte.
Una empresa de este tipo le pone precio al riesgo que asume, y en el caso de las motos el riesgo es demasiado elevado. Además, está comprobado que una moto que comete una imprudencia puede llegar a causar los mismos daños que un camión”, afirma Vázquez.
El portavoz de Unespa asegura que las compañías, pese a un intento de acuerdo, no están ni lo estarán, en un futuro cercano, dispuestas a reducir los precios de los seguros hasta que no baje la “siniestralidad”. La plataforma de Defensa del Motociclista rechaza los argumentos de Unespa y afirma, en cambio, que en dos de cada tres accidentes donde hay una moto involucrada la responsabilidad es del conductor del otro vehículo. Los datos de la DGT en materia de siniestralidad indican que 463 personas (entre conductores y pasajeros) murieron en España en 2001 por accidente de ciclomotor. En 2000 la cifra fue de 474, y en 1999 de 515. Heridas resultaron 21.732 personas en 2001; 24.277 durante 2000 y 23.451 en 1999. En lo que respecta a las motocicletas, el año 2001 arrojó un saldo de 370 muertos; en 2000 fueron 392 las víctimas mortales y en 1999 esa cifra ascendió a 388.
Desde la Dirección General de Tráfico explican que los propietarios de motos y ciclomotores que conduzcan sin seguro se enfrentan a multas que oscilan entre los 600 y los 3.000 euros. En 2001 se retiraron 2.472 licencias para conducir ciclomotores, lo que supone un descenso del 6%.
Pese a que el enfrentamiento entre la Plataforma de Defensa del Motociclista y Unespa continúa, el acuerdo del Consejo de Ministros ha dejado un buen sabor entre usuarios y fabricantes de vehículos de dos ruedas. Aunque con matices: “Esto es un simple masaje cardíaco. La situación estaba tan complicada que la contratación a través del Consorcio por lo menos va a permitir que el corazón empiece a latir otra vez”, señala Pere Casas. La asociación no quiere conformarse sólo con esta medida y pide, además, la equiparación del carné de automóvil B con el A1 correspondiente a los ciclomotores, así como otros aspectos relacionados con la seguridad vial.
La administración, dice Casas, debería educar en vez de “criminalizar” a los conductores de motos. Los ciclomotores y las motocicletas, insiste Casas, “son imprescindibles para asegurar la movilidad urbana. “La ciudad es peor con el coche”.
El verano es una época en la que, por lo general, se incrementan los accidentes en vehículos de dos ruedas, sobre todo en los destinos vacacionales. Según la Plataforma de Defensa del Motociclista la mitad de las muertes en moto se evitaría si se usara el casco. Esta es, señala Casas, una responsabilidad policial que no se cumple como debería porque en sitios como Benidorm, Motril o Vigo se protege al turismo aun a costa de que se pasen por alto ciertas infracciones tales como el uso del casco.