Muchos conductores no se preocupan por el estado de las ruedas de sus vehículos. Un estudio revela que el 74% de los automóviles circula con una presión «inadecuada» en sus neumáticos, lo que aumenta el riesgo de accidente.
Este trabajo, realizado por el proveedor de productos para automóviles Hella, revela que más de un tercio de los automovilistas conducirá este verano con al menos uno de sus neumáticos a una presión inferior al 75% del valor exigido.
Una presión medio punto por debajo de lo estipulado puede llegar a aumentar en un 3% el consumo de carburante. Además, los neumáticos se desgastan más rápidamente, con el consiguiente efecto de «aquaplaning» o pérdida de adherencia producida por la falta de «evacuación» de las ruedas en zonas con agua.
Precisamente, para evitar este fenómeno es recomendable también comprobar que el dibujo de los neumáticos sea superior a 1,6 milímetros. La vida de estas gomas ronda los 40.000 kilómetros, por lo que conducir de forma no agresiva ayuda a preservar su durabilidad, señala el informe.
Para mantener una presión correcta es necesario realizar una revisión mensual de los neumáticos en frío. Hella recomienda contar con un medidor propio o bien acudir a gasolineras o talleres que dispongan de este tipo de servicio. La presión debe ser la estipulada por el fabricante, ni más ni menos.