Recorrer cientos de kilómetros por autopista sin tener que detenerse ni una sola vez es posible gracias a las tarjetas de telepeaje, el sistema de pago en carretera más moderno, que está implantado en la mayoría de este tipo de vías. El pago se realiza gracias a un pequeño transmisor (OBE) instalado en el vehículo, que es leído a distancia por una antena colocada a tal efecto en una serie de carriles de la estación de peaje. Este dispositivo está vinculado a una cuenta bancaria en la que se cargan los importes de los peajes correspondientes a los tránsitos del usuario por la autopista, y en función de su uso, el conductor recibe bonos de descuento que pueden alcanzar hasta el 50% o el 60% del importe. Pero toda cara tiene su cruz. El lado menos amable de este servicio proviene del hecho de que para acceder al mismo es necesario ser cliente de una de las entidades que emitan este tipo de tarjeta, de forma que la utilizan como reclamo para fidelizar a sus clientes.
Para poder utilizar este cómodo sistema de pago se debe colocar el transmisor en el parabrisas del vehículo, aunque hay casos en que se habilita un espacio específico, como en los vehículos que disponen de parabrisas atérmicos, que a veces presentan problemas de recepción. El dispositivo puede utilizarse en todos (o casi todos) los tipos de vehículo. Desde turismos, con remolque o sin él, que no superen los 2,10 metros de altura, a motocicletas con o sin sidecar y vehículos pesados (autocares, camiones…).
En función del uso del OBE, el conductor recibe bonos de descuento que pueden alcanzar hasta el 50% o el 60% del importe
La tarjeta puede utilizarse en todas las autopistas españolas que tengan la señalización correspondiente. El paso por el peaje puede efectuarse de diferentes formas, dependiendo de si es cerrado o abierto: en los peajes cerrados con recogida de ticket, deberá utilizarse siempre el mismo sistema al entrar y al salir: Si se ha entrado en la autopista por el carril Vía T, se deberá abandonar la misma por el mismo procedimiento.
Hay dos tipos de vías en las que se admite este sistema como medio de pago:
- Autopistas exclusivas de Telepeaje en las que sólo se admite este medio de pago.
- Vías mixtas en las que, además de éste, se admiten otros medios para pagar.
Cómo funciona
El sistema de pago con telepeaje es muy sencillo: Los importes de los trayectos realizados durante un mes se cargan en la cuenta del titular a primeros del mes siguiente, tal y como ocurre con las tarjetas de crédito. Este producto está comercializado bajo diferentes denominaciones, como «Teletac Vía T», «Tarjeta Telepeaje», «Tarjeta Vía T Euro 6.000» o «Tarjeta Telepeaje Autopistas». Para obtener un transmisor OBE hay que dirigirse a la sucursal bancaria habitual (se pueden consultar qué entidades los distribuyen en la web de Vía-T, a través de la sección «Cómo conseguirlo»).
El dispositivo OBE pueden solicitarlo las personas físicas y jurídicas a través del formulario de solicitud que adjuntan las entidades financieras que lo comercializan. Hay dos formas posibles de pago: a través de un abono a débito (se carga directamente en la cuenta asociada al OBE en el momento de recibir la operación), o por pago diferido, sistema por el que se acumulan las operaciones del mes, y se cargan en un solo apunte. En este caso, se envía un extracto al domicilio del cliente con las operaciones que corresponden a ese cargo; si no se ha realizado ninguna operación, no se emitirá tampoco un extracto.
Los importes de los trayectos realizados durante un mes se cargan en la cuenta del titular a primeros del mes siguiente, como con las tarjetas de crédito
La mayoría de entidades financieras dispone de este tipo de servicio, y algunas aplican algún elemento diferenciador, como la expedición de tarjetas que son válidas sólo para determinadas autopistas, o tramos de las mismas, o las bonificaciones en forma de descuento. En general, el coste del dispositivo oscila entre 30 y 40 euros, más una cuota de mantenimiento anual de entre 5 y 10 euros. Algunas entidades incrementan el precio con una comisión mensual por aplazamiento de gasto (sólo en la modalidad de pago diferido) de 0,6 euros mensuales. Por el contrario, otros bancos y cajas de ahorro aplican una cuota de emisión única, y en caso de realizar un determinado número de tránsitos puede resultar gratuita, además de no cobrar cuota de mantenimiento durante el primer año. Además, algunas entidades permiten adherirse a programas de descuentos que pueden llegar hasta el 50% o el 60%, en función del uso del servicio.
- Es un sistema utilizado en la mayoría de las autopistas nacionales.
- Es un servicio rápido, ya que permite abonar el peaje sin detenerse.
- El titular recibirá un extracto mensual de las operaciones realizadas, con detalle de fechas, importes y autopistas utilizadas.
- Con este dispositivo tendrá un carril exclusivo para su vehículo.
- Aumenta la seguridad, ya que evita distracciones al no tener que buscar tarjetas ni monedas.
- Los usuarios pueden beneficiarse de descuentos más o menos interesantes en función de la empresa concesionaria.
Caja Laboral y Kutxa han lanzado otra modalidad de telepeaje a través de sus respectivas tarjetas “Telepeaje” o “TAG Vía T”, que ofrece ventajas para quienes transiten en las carreteras de Guipúzcoa. Para ello, la empresa concesionaria del tramo guipuzcoano de la Autopista A-8, aplica descuentos por los pagos realizados con esta tarjeta en los peajes correspondientes al tramo de Guipúzcoa: de 1 a 8 viajes, aplica el 25% sobre los pagos mensuales (siempre que se efectúen más de 5 viajes en el mes); de 9 a 20 viajes, aplica el 55% sobre pagos mensuales, y a partir de 20 viajes, aplica el 75%.
Pueden beneficiarse de estas bonificaciones los residentes que siendo personas físicas, utilicen vehículos ligeros, sean usuarios habituales de este tramo de la autopista y usen esta tarjeta como medio de pago. Para acogerse a estos descuentos, los usuarios deberán presentar un certificado de empadronamiento en algún municipio de Guipúzcoa, y el certificado acreditativo de estar al corriente en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.