La Inspección Técnica de Vehículos tiene como objetivo asegurar que los vehículos en circulación mantengan unas condiciones de seguridad por encima de los mínimos exigidos, minimizar el riesgo de accidentes por causas técnicas y contribuir a proteger el medio ambiente a través de la reducción de las emisiones de los gases de escape. Para ello, la ley establece una periodicidad mínima con la que los vehículos deben pasarla así como situaciones extraordinarias que obligan a acudir a la revisión.
¿Cuándo estamos obligados a pasar la I.T.V.?
La I.T.V. periódica es obligatoria para todos los vehículos que tengan cierta antigüedad.
–En el caso de automóviles de uso privado: la primera I.T.V. debe pasarse cuando el vehículo tiene 4 años de antigüedad, y deberá repetirse cada 2 años hasta que cumpla los 10 años. A partir de ese momento se deberá pasar anualmente.
–En el caso de motocicletas: la primera I.T.V. debe pasarse a los 5 años de antigüedad y las posteriores se hacen cada 2 años.
Además, en caso de vehículos que hayan sufrido un daño importante a consecuencia de un accidente que pueda haber afectado a algún elemento de seguridad (dirección, transmisión, frenado, suspensión, bastidor o alguna estructura de anclaje) serán los atestados quiénes dictaminarán la obligación o no de pasar la I.T.V, retirando el permiso de circulación y mandándolo a tráfico hasta que la avería este solventada, momento en el que se debe solicitar el permiso para poder acudir a la citada I.T.V.
Consecuencias de no pasar la I.T.V.
Si el dictamen de la I.T.V es desfavorable tendremos un plazo máximo no superior a dos meses en los que sólo se puede usar el coche para ir al taller y para volver a la ITV, quedando inutilizado para circular libremente por la vía pública.
Si el dictamen fuera negativo las connotaciones son peores, pues el vehículo debe ir al taller sin poderlo conducir (con una grúa etc), donde se debe poner en condiciones para pasar de nuevo la I.T.V. en el plazo previsto.
En caso de incumplir estos plazos, el vehículo podrá ser dado de baja de circulación, inutilizándolo a tal efecto.
Coste de su realización
El coste aproximado de la misma son unos 34 euros (unas 5.800 ptas.)
Elementos que se revisan en la I.T.V.
1)Comprobación de los datos del vehículo : comprobar que la marca del vehículo, su tipo, su número de bastidor y matrícula coinciden con los datos que se reseñan en la documentación del mismo entregada por el usuario: el Permiso de Circulación y la Tarjeta de Inspección Técnica.
2)Acondicionamiento exterior: espejos retrovisores, visibilidad, lunas, placa matrícula, etc.
3)Carrocería: estado de la misma, bastidor, piso y bajos del vehículo.
4)Acondicionamiento interior: funcionamiento puertas, ventanillas, mecanismos de cierre, cinturones de seguridad, etc.
5)Señalización y alumbrado: luces de cruce, intermitentes, luz freno, marcha atrás, largas, etc.
6)Circuito de frenos: eficacia y equilibrio.
7)Dirección: para detectar holguras.
8)Suspensión y ejes: rótulos, amortiguadores y articulaciones.
9)Bastidor, motor y transmisión: tipo motor, nivel de ruido, emisión de monóxido de carbono dentro de los límites permitidos, etc.
Recomendaciones para acudir a la I.T.V.
–Mantener el buen estado general de los diferentes elementos de nuestro automóvil.
–Llevar con nosotros los originales:
·El permiso de circulación.
·La Tarjeta de Inspección Técnica.
–Solicitar información telefónica previa a la estación de I.T.V. de nuestra elección para evitar esperas inútiles a la hora de llevar a cabo la inspección.
Si tenemos dudas podemos realizar una «pre-I.T.V.».
Los concesionarios de vehículos suelen recomendar que con cierta periodicidad se revise el vehículo, para realizar los cambios de aceite, de pastillas de freno, etc. Además, una vez al año recomiendan una revisión a fondo del mismo, lo que muchos llaman una «pre-I.T.V.» puesto que consiste en revisar los mismos aspectos que se miran en una I.T.V. oficial. Con ello nos evitaremos problemas en el momento en que aparezcan, y además, circularemos tranquilos al evitar llegar a la inspección técnica con el vehículo en malas condiciones.