Toyota ha aceptado pagar la sanción de 16,4 millones de dólares (12,2 millones de euros al cambio actual) que le impuso el Departamento de Transportes de Estados Unidos por no comunicar posibles defectos en el pedal del acelerador de ocho modelos, según anunció hoy el propio grupo japonés, primer fabricante mundial de automóviles.
A pesar de ello, la firma lamentó que la Agencia para la Seguridad del Tráfico (NHTSA) haya resuelto el caso con una multa y negó cualquier violación de las leyes en materia de seguridad. La empresa hizo además hincapié en sus esfuerzos para solucionar los defectos de sus vehículos e insistió en que no los ha ocultado para evitar un problema relacionado con la seguridad.
La compañía explicó que ha decidido pagar la multa para evitar un posible litigio judicial y para centrarse en el objetivo de reforzar la calidad de sus productos de la forma más rápida posible. «Nos permitirá centrarnos en entregar vehículos seguros, fiables y de alta calidad a nuestros clientes, así como responder a sus necesidades con honestidad e integridad», apuntó la empresa. Toyota se comprometió además a mantener una relación más transparente con la NHTSA.
El secretario de Transportes de Estados Unidos, Ray LaHood, insistió en que Toyota puso en peligro a los clientes al no comunicar los defectos en el pedal del acelerador. Aunque expresó su satisfacción por la decisión de la empresa de abonar la multa, anunció que seguirá la investigación para saber si Toyota ha cumplido todas sus obligaciones. LaHood recordó que la multa es la mayor impuesta a un fabricante de automóviles en la historia de la NHTSA e indicó que es consecuencia de los defectos en el pedal del acelerador, que llevaron a Toyota a llamar a revisión 2,3 millones de vehículos en Estados Unidos a finales de enero.