Al menos un 30% de los accidentes de tráfico se deben a la fatiga. Esta es la conclusión principal de un estudio del Real Automóvil Club de España (RACE) y la Asociación Nacional de Fabricantes de Bebidas Refrescantes Analcohólicas (ANFABRA), organizaciones que llevan a cabo una campaña destinada a prevenir el cansancio al volante.
Esta campaña itinerante, que ahora mismo se encuentra en Guipúzcoa, trata de convencer a los conductores de que beber un refresco ayuda a prevenir el cansancio y la somnolencia en desplazamientos largos de automóvil.
Con esta iniciativa viajan dos simuladores de conducción, donde los interesados pueden experimentar la sensación de conducir con más o menos fatiga y ver los resultados en un viaje virtual.
Genoveva Sánchez, responsable de comunicación de ANFABRA, dice que no se trata de una campaña de mejora de ventas de refrescos. «No somos una marca, sino todo un sector que se preocupa y trabaja por la seguridad vial, colaborando con este proyecto», afirma.
Sánchez explica los beneficios de beber un refresco cuando se conduce muchos kilómetros: «Alivia y previene la fatiga. Aporta glucosa al cerebro y mejora el rendimiento de todos los sentidos cuando se van a pasar muchas horas al volante».
Hace hincapié en los datos que se extraen del estudio que han realizado con ayuda del RACE. Las respuestas de los 2.180 conductores, de todas las edades y de ambos sexos, entrevistados hablan de somnolencia en un 80% y pérdidas de concentración en siete de cada diez conductores, además de excesivo parpadeo y molestias oculares.