Un informe realizado por el Real Automóvil Club de España (RACE) refleja que una de cada cuatro gasolineras carece de un medidor de presión de los neumáticos en buen estado. El estudio, que analiza el equipamiento de 161 estaciones de servicio, revela que algunos manómetros no están operativos o presentan fugas. La zona más dañada es la manguera, con empalmes mal realizados, cortes o reparaciones incorrectas. Más de la mitad de las estaciones analizadas carece, además, de la tarjeta de inspección técnica y, de los dispositivos que la presentaban, un 13% la tenían caducada. Este documento es obligatorio para los titulares de las estaciones de servicio.
En referencia a la ubicación de los manómetros, en el 64% de los casos se encuentran en zonas de difícil localización, mientras que el 9% carece de indicaciones. Esto acarrea que, en la mitad de las estaciones, el usuario lleve a cabo la medición de la presión del aire en zonas de riesgo debido a la cercanía y velocidad de los vehículos que circulan por la gasolinera. En el 13% de los casos no existe un área delimitada para su uso.
Por otra parte, el 67% de las estaciones de servicio carecen de información sobre el volumen correcto de presión de los neumáticos, lo que puede tener consecuencias negativas tanto para la seguridad como para el rendimiento del neumático. Una presión incorrecta disminuye la precisión y la respuesta del vehículo ante circunstancias inesperadas, expone en mayor medida el neumático a roturas o reventones, aumenta la distancia de frenado e incrementa el consumo y el desgaste de los neumáticos especialmente en los márgenes laterales.
El RACE recuerda que controlar la presión del neumático con regularidad es clave para la seguridad. Son convenientes revisiones de la presión cada 2.000 km, cada mes o ante la previsión de realizar un viaje largo. Tampoco hay que olvidarse de colocar el tapón que asegura la hermeticidad de la válvula, ni de llevar la rueda de repuesto con una presión algo superior a la recomendada.