Todo coche debe tener como mínimo el seguro obligatorio. Sin él la policía procede a la retirada y depósito del auto además de una fuerte sanción que oscila entre los 600 y 3.000 euros.
En caso de accidente el responsable es el conductor que viaja sin asegurar el auto, aunque la culpa del siniestro sea del otro vehículo que está asegurado. Además, el propietario que no ha asegurado el coche deberá pagar los daños causados al otro siniestrado.
En la mayor parte de estos casos los no asegurados no pueden hacer frente a la cuantía económica por lo que interviene el consorcio de compensación de seguros que se encarga del pago.
Si resulta afectado por una situación de este tipo póngase en contacto con su entidad aseguradora que le dará una solución a la espera de que se pronuncie el consorcio. De todas maneras, el caso suele terminar en los tribunales