Comprar un coche en el extranjero: los trámites a seguir

No es una decisión fácil y todas son buenas; depende de las necesidades personales y/o familiares y del presupuesto fijado. Lo primero que se debe hacer es elegir el modelo y comparar el precio y el tiempo estipulado de entrega. Basta con acudir a diferentes concesionarios y apuntar los precios del mismo modelo nuevo, de kilómetro cero, de segunda mano, por internet y en el extranjero. Esta última opción respecto al resto exige que se matricule en España, lo que implica un gasto extra.

Por otro lado, otra decisión importante a tomar es si el país en el que va a comprar el coche o la furgoneta es europeo o no; en caso de que no lo sea habría que añadir a los gastos los arancelarios e impuestos. Entre todos los países, Alemania ha sido una de las opciones más recurrentes, seguida de otros como Bélgica, al importar muchos coches desde Alemania, Francia, conocida por su seguridad en la venta e Italia, donde también se pueden encontrar oportunidades. Las páginas referencia en el mercado on line alemán son Mobile.de y Autoscout.de .

Con independencia de si el coche es nuevo o de segunda mano es necesario buscar muy bien antes y hacer fotos para después compararlas con el coche in situ, ya que una vez allí si el coche es diferente, si las prestaciones son menores o alguna parte del vehículo está en peor estado del que se describe en la publicidad sería engañosa y se podría denunciar.

Es fundamental que antes que pagar el coche, el comprador compruebe el estado del motor, de la dirección y de los frenos. De igual relevancia es certificar que el número de serie troquelado en el bastidor es el mismo que el que figura en la documentación del vehículo, que posteriormente se debe solicitar al vendedor. Si no es un experto en motor, puede acompañarle otra persona del que se fíe y sí lo sea.  También hay que examinar los neumáticos y la suspensión, así como el interior del coche. Si tras la revisión el utilitario sigue interesando al comprador, es el momento de realizar una prueba de carretera en la que conduzca él mismo; y si no fuera posible, debe ejercer al menos de copiloto.

Aspectos a tener en cuenta:

• Si el coche se le compra a un particular en un país europeo, es decir, de particular a particular, no hay que pagar el IVA.
• Si tuviera que  pagar el IVA es importante el número de kilómetros del coche, ya que se entiende por un coche de segunda mano aquel que tiene más de 6.000km o más de 6 meses desde su primera matriculación. Un vehículo nuevo será, por tanto, el que tenga menos de 6 meses o menos de 6.000 km.
• Una vez realizada la gestión de compra en un país extranjero es necesario traerlo a España, y eso requiere una matrícula provisional para poder viajar y se solicita en la delegación de tráfico de ese país. Es habitual que estas matrículas estén asociadas a un seguro de viaje para hacer el trayecto hasta el país de destino. Puede darse el caso, incluso, de que haya países en los que el titular del nuevo vehículo tenga que responsabilizarse de la inspección técnica y la revisión de gases.

La documentación necesaria que hay que presentar en la jefatura provincial de tráfico es la siguiente:

• Certificado de conformidad nacional original (COC), que prueba la homologación del vehículo.
• Certificado de declaración tributaria.
• Certificado de venta redactado en el idioma del vendedor, especificando las características técnicas del vehículo (modelo, versión, km, precios y forma de pago).
• La ITV no es la ordinaria, sino una ITV específica. La estación de ITV expedirá la ficha técnica del vehículo, un trámite obligatorio aunque ya se haya pasado la inspección en otro país.
• Solicitar el modelo 576 en las oficinas de Hacienda y pagar el Impuesto Especial sobre Determinados Medios de Transporte. Es el impuesto de matriculación(IEDMT).
• El certificado del pago de los derechos de aduanas.
• Una copia del DNI del vendedor.
• El libro de servicio del vehículo.
• La tarjeta de la Inspección Técnica del vehículo, si este tiene más de 4 años.

Una de las formas más empleadas es la de viajar con el dinero en metálico, pero no está exenta de riesgos. Para evitarlos, se puede utilizar un procedimiento denominado “transferencia swift”. No es más que un sistema de comunicación interbancaria, que otorga mucha seguridad al vendedor, ya que una vez que se da la orden de ejecutar la transferencia no se puede anular bajo ningún supuesto. Está sujeta al cobro de comisiones, gasto que puede ser asumido entre vendedor y comprador o íntegramente por este último. Eso sí, requiere que antes de emprender el viaje el comprador acuda a su entidad bancaria, donde tiene depositada la cantidad que vaya a transferir, y firme el modelo de solicitud “swift”. Se rubrica en blanco puesto que en ese momento no se conoce ni el destinatario ni la cuantía de la transferencia. Una vez que el acuerdo se cierre, el comprador debe llamar a su banco en España para facilitar los datos y solicitar que la operación se ejecute. La entidad mandará por fax al banco receptor la hoja “swift” que certifica que la transferencia está produciéndose.

Los cheques pueden ser otro instrumento de pago, pero suelen levantar ciertas dudas en el vendedor ya tarda unos días en hacerse efectivo. Y en ese periodo de tiempo, una vez de vuelta a casa, el comprador podría anular la cuenta sin que el vendedor llegue a recibir su dinero. Por ello, los cheques de viaje o cheques viajero se presentan como una alternativa interesante. Prácticamente es como viajar con el dinero encima, con la seguridad de que sólo su titular puede liquidar su importe en cualquier entidad bancaria extranjera. Son documentos nominativos y con número de serie que tiene un valor facial determinado de antemano en cualquier divisa extranjera (dólares, libras, etc.). En el momento del pago, el propietario debe firmarlos para que tengan valor, con la misma firma que el banco emisor recogiera en el momento de entregarle su chequera de viajes.