Hacen falta pero no siempre están presentes allá donde se los necesita, ni tampoco en las mejores condiciones. Los espacios verdes urbanos no son solo un elemento decorativo más que engalana pueblos y ciudades. Ayudan a que sus habitantes respiren aire fresco y limpio y son un punto de encuentro para el esparcimiento y el recreo.
Para conocer el estado en el que se encuentran estos espacios, EROSKI CONSUMER ha visitado 150 parques, zonas verdes urbanas y jardines emblemáticos de 18 ciudades de nuestro país: A Coruña, Alicante, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Granada, Logroño, Madrid, Málaga, Murcia, Oviedo, Pamplona, San Sebastián, Sevilla, Valencia, Valladolid, Vitoria y Zaragoza. Se han valorado aspectos relacionados con el mantenimiento, limpieza y conservación de los parques, su nivel de equipamiento y los servicios que ofrecen (información al usuario, su grado de accesibilidad y su seguridad). Para completar la investigación, se ha solicitado información a los ayuntamientos de estos municipios con el fin de conocer, entre otros datos, la dotación presupuestaria que destina cada consistorio a mantener y cuidar esos parques urbanos.
En comparación con un estudio similar elaborado en 2006, los parques urbanos han mejorado en seguridad y vigilancia: se ha pasado de un «bien» al «muy bien» actual. Pero las deficiencias en equipamiento y servicios disponibles para los usuarios continúan siendo escasas y empeoran, además, la información al público y las medidas para garantizar la accesibilidad a estas zonas verdes. En 2006, este apartado registró una nota de «bien» y en esta ocasión ha obtenido un «aceptable». No obstante, el estado de mantenimiento y limpieza de las zonas verdes se mantienen, en general, como satisfactorios.
Por ciudades, a pesar de que ninguna obtuvo un «muy bien» en este apartado, destaca por encima del resto, el estado y equipamiento de los parques de A Coruña, Barcelona, Bilbao, Córdoba, Madrid, Murcia, Oviedo, Pamplona, Sevilla, Valencia, Valladolid, San Sebastián y Vitoria. Todos ellos registran, en conjunto, una nota final de «bien». Mientras, los parques visitados en Alicante, Granada, Logroño, Málaga y Zaragoza registraron un «aceptable». En concreto, las mejores zonas verdes se localizaron en Bilbao y Córdoba y las visitadas en Granada y Alicante mostraron importantes carencias.
Limpieza: en orden, pero con matices
El estado de mantenimiento y limpieza de las zonas verdes visitadas puede calificarse como positivo, aunque también se encontraron algunas deficiencias. Dos de cada diez parques tienen sus zonas de vegetación en mal estado de conservación, debido fundamentalmente a la acción de los usuarios. Por ello, su calificación en este apartado es de «bien», similar a la obtenida en 2006. En un 7% de los parques se han visto árboles deteriorados, en mal estado o con signos de vandalismo. Destaca especialmente el caso de Granada: en la mitad de los espacios verdes visitados la mayoría de los árboles se encontraban en situación de deterioro.
Además, un 5% de los 150 parques tenía sus zonas de césped descuidadas. La hierba estaba seca, despoblada o con falta evidente de limpieza. En la misma proporción, los setos y arbustos de las zonas verdes estaban en mal estado, principalmente por la falta de civismo de sus usuarios.
En cuanto al resto de servicios y equipamientos de carácter no vegetal, los resultados empeoran algo con respecto a la investigación elaborada en 2006. De los parques que contaban con aseos de uso público, casi uno de cada cinco presentaban problemas de limpieza, cerca de la mitad no tenía papel higiénico ni jabón de manos y casi uno de cada cuatro carecía de papeleras en los baños.
El estado del agua de estanques y lagos también se analizó. En el 20% de los parques visitados estaba sucia u olía mal. Destacan negativamente los casos de Sevilla, Valladolid y Zaragoza y positivamente el de Córdoba. Por el contrario, el 75% de las zonas verdes contaba con bancos en perfecto estado de uso y limpieza. Los mejores se encontraron en Bilbao, Córdoba, Murcia, Logroño, Pamplona, Vitoria y Zaragoza. En cuanto al resto de mobiliario, el 11% de los parques estudiados tenía papeleras excesivamente llenas o con síntomas de haber sufrido vandalismo (rotas, quemadas, etc.) y fuentes estropeadas o sucias. Además, en un 8% de los parques que albergaban obras de arte éstas estaban deterioradas.
Equipamiento, asignatura pendiente
Los ayuntamientos no pueden mostrarse orgullosos de la dotación de servicios y equipamientos de sus parques urbanos. El 60% de los espacios visitados no cumplía con las expectativas y ofrecía un equipamiento limitado. Siete de cada diez de las zonas visitadas carece de aseos públicos. En este punto destacan negativamente los parques de Córdoba, Murcia y Logroño. Solo en tres de cada diez hay mesas y sillas tipo picnic y un 86% carece de cabinas de teléfono. Únicamente en uno de cada cuatro parques hay áreas reservadas para perros y apenas un 2% cuenta con zonas cubiertas (pérgolas o cobertizos) donde resguardarse de la lluvia o el sol. Un 82% de los parques cuentan con papeleras suficientes y tres de cada cuatro incorporan dispensadores de bolsas para depositar los excrementos de los perros. Además, en un 11% no hay siquiera una fuente de agua potable.
El equipamiento deportivo o recreativo de las zonas verdes tampoco es abundante. Las canastas de baloncesto se hallan en una de cada cuatro zonas verdes. Las canchas de fútbol o fútbol sala en un 17% de los parques. Pistas de skate o patinaje, zona de petanca y mesas de ping-pong en el 14% de los espacios verdes y zonas exclusivas para andar en bicicleta en un 28% de los parques.
Información y accesibilidad, mejorables
En cuanto a la información al público que se ofrece en los parques de nuestras ciudades también se han encontrado deficiencias: faltan carteles con la denominación o nombre del recinto en uno de cada tres parques visitados y paneles con las normas de comportamiento o recomendaciones que se deben seguir dentro del parque en dos de cada tres ocasiones.
Respecto a la accesibilidad para las personas con movilidad reducida, se observó que todavía en uno de cada cuatro parques visitados que contaban con aseos públicos estos no estaban adaptados a personas con algún tipo de discapacidad. En un 7% de las ocasiones había barreras arquitectónicas (escaleras) para acceder a las zonas de juego infantil. Sin embargo, solo en un 1% de los parques analizados las entradas y salidas no eran los suficientemente amplias como para que entrara una persona con silla de ruedas.
Más seguridad
Es en el apartado de seguridad y vigilancia donde las zonas verdes visitadas obtienen la mejor valoración: la nota media final que obtienen es un «muy bien» y solo un 5% de los parques suspende con un «regular». Entre los aspectos mejorables, se ha comprobado que un 21% de los parques no cuenta con iluminación suficiente en algunas zonas y en uno de cada cinco se vieron elementos que podrían causar accidentes: barandillas rotas, raíces de árboles que interrumpen el paso o pavimento en mal estado, socavones…
Además, en un 19% de los parques existe tráfico que afecta al normal desarrollo de las actividades de ocio ya que en la mayoría de los casos atraviesa la zona verde. Únicamente en un 10% de las zonas verdes visitadas se observó la presencia de personal de seguridad -policía, guarda de parques o vigilantes- situación que contrasta con la observada en 2006, cuando la proporción ascendía a un 23%.
El «pulmón» verde en euros
Para ofrecer amplias áreas de espacio verde a los ciudadanos es necesaria una dotación económica importante que garantice su conservación y mantenimiento. Los ayuntamientos destinan, de media, un 2,5% de su presupuesto al mantenimiento y conservación de los «pulmones» de su ciudad, lo que equivale a unos 28,7 millones de euros de media al año. A Pamplona, la satisfacción de estar en el podio de las ciudades con más parques y jardines del estudio le cuesta ser la segunda que más esfuerzo económico realiza en relación con el presupuesto general del consistorio (el 3,8% del presupuesto total); algo más que Madrid (3,4%) y por detrás de Valencia (con el 4% de sus presupuestos anuales dedicados a estos fines). Por el contrario, entre los ayuntamientos que han facilitado la información, San Sebastián reserva al mantenimiento de sus parques y jardines el menor porcentaje (un 1,26% del presupuesto general), junto con Bilbao (1,81%), Alicante (1,88%), Zaragoza (2,2%), A Coruña (2,23%). Muy cerca de la media se sitúa el consistorio de Oviedo (2,4%).
En términos económicos, destacan los cerca de 170 millones de euros que destina Madrid para mantener en buenas condiciones sus parques y jardines, los más de 35 millones que emplea Valencia o los casi 16 millones de Zaragoza. En el otro extremo están los 4 millones de euros que son necesarios para la conservación de los espacios verdes donostiarras y los apenas 5 millones de Oviedo, Alicante (4,9) y A Coruña (4,7).
¿Cuánta zona verde se necesita?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que las ciudades pongan a disposición de sus ciudadanos un mínimo de, entre diez y quince metros cuadrados de área verde por habitante, que deben distribuirse en relación a la densidad de población y, por lo tanto, en relación a la densidad de edificación. En las 18 ciudades estudiadas la media se sitúa en los 11,5 metros cuadrados por habitante; una parcela verde a años luz de otras ciudades europeas. Por ejemplo, Oslo (Noruega) o Gotemburgo (Suecia) tienen cerca de 25 metros cuadrados por habitante y en estas ciudades los espacios verdes ocupan aproximadamente el 68% de la urbe.
En nuestro país, de entre los ayuntamientos que han proporcionado esta información, Pamplona es la ciudad con mayor espacio verde: el «jardín» que corresponde a un pamplonés mide 26 metros cuadrados. Detrás se sitúa San Sebastián (20 metros cuadrados por habitante), Madrid (en torno a los 18), Valladolid (11,7 metros cuadrados), Zaragoza (11,5) y A Coruña (11,4). Todas ellas superan las recomendaciones de la OMS.
Valoración por ciudades de los 150 parques urbanos analizados por EROSKI CONSUMER
Ciudad (*) | Información al usuario y accesibilidad (1) | Estado de mantenimiento y limpieza (2) | Equipamiento y servicios (3) | Seguridad y vigilancia (4) | Nota Final (5) |
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A Coruña | Aceptable | Bien | Aceptable | Bien | Bien |
Alicante | Regular | Aceptable | Aceptable | Bien | Aceptable |
Barcelona | Aceptable | Bien | Aceptable | Muy Bien | Bien |
Bilbao | Bien | Bien | Bien | Muy Bien | Bien |
Córdoba | Bien | Muy Bien | Regular | Muy Bien | Bien |
Granada | Aceptable | Aceptable | Aceptable | Bien | Aceptable |
Logroño | Regular | Bien | Regular | Muy Bien | Aceptable |
Madrid | Bien | Bien | Bien | Muy Bien | Bien |
Málaga | Bien | Aceptable | Aceptable | Bien | Aceptable |
Murcia | Regular | Bien | Aceptable | Muy Bien | Bien |
Oviedo | Bien | Bien | Bien | Bien | Bien |
Pamplona | Aceptable | Bien | Aceptable | Muy Bien | Bien |
San Sebastián | Bien | Muy Bien | Aceptable | Muy Bien | Bien |
Sevilla | Aceptable | Aceptable | Aceptable | Muy Bien | Bien |
Valencia | Bien | Bien | Aceptable | Muy Bien | Bien |
Valladolid | Regular | Bien | Aceptable | Muy Bien | Bien |
Vitoria | Bien | Bien | Aceptable | Bien | Bien |
Zaragoza | Aceptable | Aceptable | Aceptable | Muy Bien | Aceptable |
MEDIA | Aceptable | Bien | Aceptable | Muy Bien | Bien |
*. Se visitaron un total de 150 zonas verdes o parques: 14 en Madrid y Barcelona, 10 en Valencia, Sevilla, Málaga y Zaragoza, 8 en Alicante, Córdoba, Bilbao, Murcia y Valladolid, y 6 en A Coruña, Granada, Logroño, Oviedo, Pamplona, San Sebastián y Vitoria.
1. Se han analizado aspectos como la cantidad de información existente en cada parque (carteles explicativos sobre fauna y flora, obras de arte, información sobre horarios de apertura y cierre, carteles de orientación, etc.). Además, se ha valorado el grado de accesibilidad a las distintas zonas y se ha comprobado la existencia de rampas que faciliten el acceso a las distintas zonas, la presencia de aparcamientos reservados para discapacitados, la existencia de aseos adaptados, etc.
2. Se ha analizado la existencia, cuidado (la presencia de signos de actos vandálicos) y el estado de limpieza y conservación de árboles, lagos o estanques, césped, flores y zonas de setos, además en el caso de éstos últimos se ha estudiado si estaban libres de accesos creados por la acción de los viandantes. En lo que a los árboles se refiere también se ha estudiado si éstos eran lo suficientemente grandes o frondosos como para proporcionar sombra, en el caso del césped se ha valorado positivamente la posibilidad de pisarlo. Asimismo, se ha comprobado el estado de mantenimiento de las distintas instalaciones (zonas de juego infantil, áreas deportivas, zonas de esparcimiento, etc.), mobiliario urbano, pavimento, etc.
3. Se ha observado el nivel de equipamiento con el que cuenta cada zona verde: áreas de juegos, recreativas, de ocio y deportivas, mesas y sillas tipo picnic, cabinas de teléfono, áreas de recreo para perros, existencia de zonas cubiertas, mobiliario urbano (farolas, papeleras, bancos, fuentes, etc.).
4. Se ha tenido en cuenta la presencia de personal de seguridad en la zona verde, la existencia de tráfico, tanto periférico cómo que atraviese el espacio verde, que afecte directamente a las actividades de ocio, la existencia de zonas o elementos peligrosos, la delimitación de las zonas de juego infantil, etc.
5. Nota final ponderada de las distintas variables observadas.