El poder adquisitivo de las familias españolas se hunde. Según el INE, los ingresos de los hogares durante 2012 ascendieron a 26.775 euros de media, un 11% menos que en 2008. Cada trabajador ganó también en 2012 una media de 22.726 euros brutos, un 0,8% menos que en 2011. Las cifras no engañan y el aumento del paro (superior al 24%) y la reducción de los sueldos de aquellos que logran mantener su trabajo han hecho mella en la economía familiar.
Los gastos se multiplican y a las familias no les queda más remedio que imponer recortes. Los expertos nutricionistas temen que con un presupuesto limitado no se realicen las mejores elecciones y se produzca un desequilibrio nutricional en el afán por ajustarse el cinturón. EROSKI CONSUMER ha querido indagar en este asunto y saber si la crisis económica ha modificado de alguna manera los hábitos nutricionales y de compra de productos alimenticios de la población. Para ello, realizó entre agosto y septiembre una encuesta online a 2.000 personas de entre 25 y 69 años que procedían de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco.
De las 2.000 personas encuestadas, uno de cada dos es hombre. Aunque todos se encontraban entre los 25 y los 69 años, la media de edad se hallaba en los 43 años. De hecho, el grueso de los entrevistados se sitúa entre los 30 y los 49 años. Los consumidores consultados eran responsables de las decisiones de compra de productos de alimentación en su casa. El 56% se encarga solo de esta tarea y otro 44% la comparte con otra persona.
Gasto en comida
Cada mes, las familias encuestadas por EROSKI CONSUMER dicen gastar en comida una media de 343 euros. En Galicia, ese montante alcanza los 368 euros mientras en Navarra los cifran en 295 euros.
En líneas generales, estos cálculos aproximados de los encuestados no difieren mucho de los obtenidos en la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE. Según ésta, las familias vascas hicieron en 2013 un desembolso de cerca de 4.100 euros de media por hogar, un presupuesto que ha disminuido un 10,5% desde que se inició la crisis en 2008.
Sin embargo, algunos encuestados lo perciben de otra manera. Un 64% considera que ha aumentado la partida que dedica a la alimentación familiar. Incluso concretan que ese presupuesto ha crecido una media de 100 euros mensuales. Por el contrario, otro 20% sí piensa que el presupuesto doméstico que destina a la alimentación ha disminuido. Manejan un decrecimiento de 154 euros de media al mes, cuando el INE lo cifra en alrededor de 40 euros mensuales de media.
La compra en crisis
La crisis ha influenciado la forma de hacer la compra. En los últimos 5 o 6 años, el 92% de los entrevistados por EROSKI CONSUMER suele comparar más los precios de los productos alimenticios que desea adquirir y el 83% asegura que presta más atención a las ofertas. Asimismo, el 84% evita gastos superfluos o caprichos con el fin de ahorrar y el 77% reconoce que adquiere más productos de marca blanca.
Pero los consumidores encuestados no solo miran y comparan más, el 83% sustituye un tipo de alimento considerado más caro por otro más económico. Es más, el 51% admite que modera la cantidad de productos que adquiere. Por un lado, más del 40% de los consultados compra menos carne de bovino (vaca o ternera), embutidos, y galletas, bollería pastelería, repostería y chocolates. Entre el 31% y el 38% también ha reducido la cantidad de pescado (blanco y azul), marisco, queso y otros productos lácteos (como batidos y postres); frutos secos, patatas fritas de bolsa, gominolas y otras chucherías; azúcar, confituras y miel; salsas, bebidas refrescantes y zumos; y vino y cerveza. Por el otro, el 35% adquiere más carne de ave (pollo, gallina o codorniz) y en torno al 20% más verduras y hortalizas, fruta fresca y pasta.
Con todo, no solo varían la cantidad de productos que adquieren, también la calidad. El 51% de los entrevistados reconoce que la crisis económica le ha obligado a reducir la calidad de los productos alimenticios que compra.
La dieta en crisis
Un 70% de los consumidores consultados en las 9 comunidades autónomas reconoce que ha variado su dieta de alguna forma desde que se inició la crisis hace 6 años. Incluso el 24% admite que su dieta actual es menos saludable debido a la disminución del poder adquisitivo y el aumento de los precios.
En este sentido, se llevan a cabo algunas tendencias insanas. Por una parte, un 19% de las personas consultadas reconoce haber incrementado el consumo de bollería y repostería industrial barata, pero de baja calidad nutricional. Además, el 16% admite haber aumentado el consumo de precocinados (croquetas, salchichas, pizzas, etc.) repletos de harinas, grasas saturadas, sal y calorías. Una cena rápida que llena, pero poco sana. Por otra parte, en torno al 21% de los entrevistados han disminuido el consumo de frutas frescas y el 17% de verduras y hortalizas frescas. Ambos alimentos son ricos en nutrientes reguladores (vitaminas, minerales, fibra, antioxidantes, etc.).
Aunque con un presupuesto limitado, no siempre se puede acertar a la hora de hacer la compra. Según los criterios de alimentación sana, estas malas elecciones pueden acarrear consecuencias para la salud y para el físico, ya que se pueden desajustar los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico a la vez que se gana peso.
Cambios en la forma de hacer la compra desde que comenzó la crisis, según Eroski Consumer
Imagen: CONSUMER EROSKI
FUENTE: Encuesta online realizada por EROSKI CONSUMER entre agosto y septiembre a 2.000 personas de entre 25 y 69 años y originarias de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Catalunya, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco.
Tendencias insanas en la dieta desde que comenzó la crisis, según Eroski Consumer
Imagen: CONSUMER EROSKI
Imagen: CONSUMER EROSKI
FUENTE: Encuesta online realizada por EROSKI CONSUMER entre agosto y septiembre a 2.000 personas de entre 25 y 69 años y originarias de 9 comunidades autónomas: Andalucía, Islas Baleares, Castilla-La Mancha, Catalunya, Comunidad Valenciana, Galicia, Madrid, Navarra y País Vasco.