Antes de cumplir los 16 años, el 70% de los adolescentes ha padecido dolor de espalda, circunstancia que «aumenta el riesgo de sufrir este dolor de forma crónica durante la madurez», asegura un informe de la Fundación Kovacs, una institución especializada en los problemas de espalda. «El mobiliario escolar, inadecuado en todos los centros, impone posturas incorrectas que originan dolor de espalda y aumentan el riesgo de padecer escoliosis (desviación de la columna vertebral) y cifosis (chepa)», alertó el presidente de esta fundación, Francisco Kovacs.
Además del mobiliario escolar (que «debería ser regulable para adaptarlo a las características físicas de cada estudiante»), el informe apunta a las mochilas cargadas de libros y de material escolar como uno de los «mayores factores de riesgo» que soporta la población estudiantil. «La comunidad científica internacional recomienda que los niños y las niñas no deben cargar a sus espaldas un peso superior al 10% de su peso corporal», dijo Kovacs. Es decir, un chico o una chica que pese cuarenta kilos no debe transportar una mochila o una cartera que supere los cuatro kilos. Para uno que pese 30 kilos el límite son tres kilos, etcétera.
Antiguamente se creía que el dolor de espalda era excepcional en los escolares, pero estudios recientes, como el de la citada fundación, demuestran que esa creencia es errónea. «Al 41,6% de los niños y niñas de 11 años les ha dolido alguna vez la espalda, y al 15,6% les estaba doliendo en el momento en que se les consultaba sobre esta cuestión», afirmó Kovacs.
El informe asegura que al 50,9% de los niños y al 69,3% de las niñas de entre 13 y 15 años les ha dolido la espalda. Mientras que al 17,1% de los primeros y al 33% de las segundas les estaba doliendo en la semana en la que se recogieron los datos.
«El gasto sanitario anual asociado a problemas de espalda equivale en los países industrializados al 1,7% del Producto Interior Bruto», subrayó Kovacs. A su juicio, «una intervención tan sencilla como sustituir las anticuadas sillas de las aulas por modelos regulables y con ruedas, permitiría a los escolares adoptar una postura correcta y reducir así la carga que soportan sus discos invertebrales».
Un seguimiento realizado entre un grupo de escolares a los que se les colocó durante dos años sillas regulables y adaptadas a su físico, se pudo comprobar que mejoró sensiblemente su dolor de espalda y cuello, disminuyó la tensión de su musculatura cervical y lumbar, disminuyeron los dolores de cabeza, redujeron sus grados de escoliosis y cifosis y mejoraron el rendimiento a la hora de ponerse a estudiar. «Si el Gobierno hiciese números, le compensaría, y con creces, modernizar el mobiliario de los centros públicos», señaló este experto.
Otros datos del informe señalan que el 25% de las bajas laborales por incapacidad transitoria tienen como origen los dolores de espalda. Esta cifra aumenta al 32% en el caso de invalidez permanente. Entre los consejos para paliar o prevenir los dolores de espalda, el informe destaca el ejercicio físico regular («lo peor que puede hacer una persona, cuando le duele la espalda, es meterse en la cama», dijo Kovacs). Y, si los dolores persisten, «hay que acudir a un médico especialista». Kovacs aseguró que las atenciones de los quiroprácticos, ahora tan de moda, «no sirven para nada». También desaconsejó los deportes competitivos. «Cualquier deporte, practicado con ansiedad y desmesura, es un factor de riesgo».