El dengue hace estragos en El Salvador. El país centroamericano lleva desde el pasado 7 de junio en alerta amarilla debido al incremento de casos de la enfermedad. En departamentos como La Paz, Usulután y San Miguel, se han duplicado con respecto al año pasado.
A finales de julio, según datos oficiales, había 2.301 personas afectadas en todo el país, lo que equivale aproximadamente a un 12% más de casos que en las mismas fechas del año pasado. Además, en los últimos cinco años los más afectados han sido los niños de entre 5 y 9 años, rozando los 2.000 en 2004.
En los departamentos de La Libertad, San Vicente y Usulután se están llevando a cabo tareas de fumigación y destrucción de criaderos de larvas del mosquito «Aedes aegypti», causante del dengue y que ya se encuentra en el 8,4% de las casas examinadas, cuando el límite considerado seguro es del 4%. Desde el año 2002, no se ha conseguido reducir este índice, que durante los meses de junio a septiembre casi siempre se mantiene cerca del 8%.
Pero la situación puede ir a peor porque la región está registrando desde la semana pasada lluvias fuertes que previsiblemente durarán hasta octubre. Debido a que las aguas estancadas son el principal foco de infección, se han puesto en marcha numerosas acciones de prevención y de eliminación del insecto transmisor.
También se están impartiendo charlas informativas a los habitantes de las comunidades sobre cómo prevenir la proliferación del «Aedes aegypti» y formando voluntarios para ayudar a la población.