El cáncer de pulmón es la quinta causa de muerte a nivel mundial y uno de los tipos de cáncer más frecuentes. Solo en España, en 2015 afectó a 23.119 hombres y 5.205 mujeres. Las cifras van en continuo aumento y se prevé que, en 2035, más de 40.000 personas padecerán esta enfermedad. En el siguiente artículo se explica qué es el cáncer de pulmón, los tipos que hay, sus síntomas, cuáles son las causas y los factores de riesgo y qué tratamientos existen en la actualidad.
¿Qué es el cáncer de pulmón?
El cuerpo humano está formado por millones de células que se agrupan formando tejidos y órganos. Cuando estas células se dañan, envejecen o mueren, el organismo inicia un proceso de división para sustituirlas y asegurar así la integridad y el correcto funcionamiento de los órganos. Si se produce alguna alteración en la evolución de esta fragmentación, las células afectadas se dividirán de manera incontrolada dando lugar a un tumor.
Cuando estas células incontroladas invaden tejidos y órganos adyacentes (infiltración) y se trasladan a otras partes del organismo (metástasis) se está ante un tumor maligno y, por lo tanto, ante un cáncer. Será un cáncer de pulmón cuando las células tumorales (capaces de invadir tejidos sanos de alrededor y de implantarse en órganos alejados) se ubican en el pulmón.
Los principales tipos de cáncer de pulmón son el cáncer de células pequeñas y el de células no pequeñas. Este último es el más frecuente y se divide en tres subtipos: carcinoma escamoso o epidermoide, adenocarcinoma y carcinoma de células grandes.
Síntomas del cáncer de pulmón
Por lo general, los síntomas aparecen cuando la enfermedad está muy avanzada, ya que tardan en desarrollarse. Los más comunes son los siguientes:
- Tos persistente: el más común. Causada por irritación bronquial.
- Dolor constante en el pecho, al respirar o toser.
- Secreciones con sangre o de color metal oxidado.
- Sensación de falta de aire.
- Infecciones pulmonares frecuentes.
- Ruidos al respirar.
- Cambios en la voz.
- Sensación de que la comida se queda detenida en el pecho.
- Bultos en cuello o clavícula.
- Fatiga.
- Disminución o pérdida de apetito.
- Pérdida de peso.
- Dolor en los huesos.
Causas y factores de riesgo
La principal causa es el consumo de tabaco, tanto activo como pasivo, ya que nueve de cada diez casos son consecuencia de este hábito. La contaminación ambiental y la exposición laboral a sustancias como el asbesto, arsénico, vinilo, uranio, cromados de níquel o radón también pueden originar la enfermedad.
Como factores predisponentes están la edad avanzada y el sexo masculino. Aunque el cáncer de pulmón es más frecuente en hombres que en mujeres, el mayor consumo de tabaco por parte de las mujeres ha ocasionado que el número de casos aumente de manera progresiva entre los dos géneros.
¿Cómo se diagnostica el cáncer de pulmón?
El diágnostico precoz es importante, ya que eleva la supervivencia. Para ello el médico podrá realizar una entrevista y examen físico, unas pruebas de laboratorio, un examen radiológico o una broncoscopia con biopsia, entre otras.
Gracias a estas pruebas diagnósticas se determinará el tipo de tumor, el estado general del paciente, el tamaño y localización de la lesión, la presencia o no de ganglios afectados y la existencia de metástasis. En función de esta información se podrá pronosticar la evolución y marcar el tratamiento más adecuado.
Tratamientos para el cáncer de pulmón
El procedimiento pautado dependerá del estado en el que se encuentra la enfermedad, el tipo de tumor y las características propias de cada paciente. En cualquier caso, siempre son tratamientos individualizados.
Pueden emplearse varias modalidades terapéuticas, tanto solas como combinadas:
- Cirugía: indicada en tumores muy localizados sin afectación de otros órganos.
- Radioterapia: es la utilización de rayos X de alta energía capaces de eliminar células cancerosas o evitar que se dividan. Tiene una aplicación local.
- Quimioterapia: se administran fármacos muy potentes por vía intravenosa. Es conveniente para cuando el cáncer está diseminado por otras partes del organismo.
Prevención del cáncer de pulmón
Para prevenir el cáncer de pulmón es fundamental no fumar y estar lejos del humo de los cigarros. Los fumadores pasivos son más propensos a padecerlo que los que no lo son. En la actualidad, hay muchos recursos que pueden ayudar en el proceso de abandonar el tabaco, como la ‘Guía para dejar de fumar’, de la Fundación Lovexair.
Además, en todo momento debe evitarse el contacto con sustancias irritantes en el mundo laboral. Y si no es posible, se tienen que utilizar todas las medidas de seguridad precisas para evitar su inhalación.
Para más información sobre el cáncer de pulmón, visite la página web de la Fundación Lovexair o contacte con sus profesionales sanitarios a través del correo: cuentanos@lovexair.com.