Las Nuevas Directrices Mundiales de Calidad del Aire (AQG) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) proporcionan evidencia clara del daño que la contaminación del aire inflige a la salud humana, en concentraciones aún más bajas de lo que se entendía con anterioridad. Las directrices recomiendan nuevos niveles de calidad del aire para proteger la salud de las poblaciones, reduciendo los niveles de contaminantes atmosféricos clave, algunos de los cuales también contribuyen al cambio climático. Te contamos las consecuencias de la polución en nuestra salud, en los pacientes respiratorios y en concreto en los que sufren EPOC.
La OMS estima que, cada año, la exposición a la contaminación del aire causa 7 millones de muertes prematuras y aumenta la pérdida de millones de años más de vida saludable. En los niños, esto podría incluir una reducción del crecimiento y la función pulmonar, infecciones respiratorias y asma agravada. En los adultos, la cardiopatía isquémica y el accidente cerebrovascular son las causas más comunes de muerte prematura atribuible a la contaminación del aire exterior, y también está surgiendo evidencia de otros efectos como la diabetes y las afecciones neurodegenerativas. Esto pone la carga de enfermedad atribuible a la contaminación atmosférica a la par con otros riesgos importantes para la salud mundial, como la dieta poco saludable y el tabaquismo.
«Anualmente, la OMS estima que millones de muertes son causadas por los efectos de la contaminación del aire, principalmente por enfermedades no transmisibles. El aire limpio debe ser un derecho humano fundamental y una condición necesaria para sociedades sanas y productivas. Sin embargo, a pesar de algunas mejoras en la calidad del aire en las últimas tres décadas, millones de personas siguen muriendo prematuramente, lo que a menudo afecta a las poblaciones más vulnerables y marginadas», dijo el director regional de la OMS para Europa, el Dr. Hans Kluge.
Contaminación del aire y personas con problemas respiratorios
Especialmente preocupante es la contaminación atmosférica para los pacientes respiratorios, como los que sufren la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), una afección pulmonar que causa una grave limitación en la capacidad respiratoria y que además provoca tos, fatiga, sensación de ahogo y producción de mucosidad. Esta enfermedad crónica, no curable y de progresión lenta, es la tercera causa de muerte en el mundo y la cuarta en España.
Múltiples estudios científicos demuestran que la contaminación ambiental desempeña un papel crucial sobre el desarrollo de las exacerbaciones/agudizaciones que sufre el paciente con EPOC. Entre los factores que empeoran los síntomas y la respiración, encontramos la mayor contaminación del aire (por el calor, las sequías y los incendios forestales), los daños por tormentas e inundaciones severas y el aumento de alérgenos y riesgo de enfermedades. Además, cada vez hay más evidencia de que la contaminación ambiental no solo empeora la enfermedad, sino influye en su aparición.
Por ello, la asociación de pacientes con EPOC (APEPOC) ha respaldado las nuevas directrices mundiales de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud, conjuntamente con otras 100 sociedades científicas y asociaciones. Estas directrices recomiendan nuevos niveles de calidad del aire para proteger la salud de las poblaciones mediante la reducción de los niveles de los principales contaminantes del aire, algunos de los cuales también contribuyen al cambio climático. Sabemos que, mediante la disminución de los niveles de polución, los países pueden reducir la carga de morbilidad derivada de accidentes cerebrovasculares, cánceres de pulmón y neumopatías crónicas y agudas, entre ellas el asma.
Desde hace tiempo es conocido que el exceso de ozono en el aire puede producir efectos adversos de consideración en la salud humana. Puede causar problemas respiratorios, provocar asma, reducir la función pulmonar y originar enfermedades pulmonares, pero también la contaminación con partículas y otras sustancias conlleva efectos sanitarios incluso en muy bajas concentraciones.
Necesitamos estar informados y comprometidos. Por ello, APEPOC ha lanzado una encuesta sobre cómo afectan el cambio climático y la contaminación atmosférica a la comunidad respiratoria. La encuesta, elaborada conjuntamente con Ecodes y Compromiso por el Clima, va dirigida tanto a la propia comunidad como a los profesionales sanitarios y la comunidad, y será un modo de conocer el grado de información actual.