Tres millones de personas en España, en su mayoría mujeres, padecen de manera más o menos habitual migrañas o jaquecas, una enfermedad que tiene un coste socio-sanitario de unos mil millones de euros al año. Así lo señalaron ayer los doctores Javier Urcola y Carlos Sistiaga, del servicio de Neumología de la Policlínica Guipúzcoa de San Sebastián, en un comunicado que recoge la incidencia y novedades en el tratamiento de esta patología, considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como uno de los cuatro males crónicos que causan más discapacidad.
Ambos especialistas destacaron que las jaquecas afectan de manera más acusada a las mujeres, en una proporción de tres a uno, y subrayaron la importancia de que «nadie se automedique» y que quienes padezcan migrañas acudan al médico para que clasifique el tipo de dolor de cabeza y lo trate correctamente. En este sentido, señalaron que el objetivo es evitar «la posible dependencia» que surge cuando los pacientes tratan sus dolores de cabeza con varias tomas de medicamentos al día de forma prolongada. De todos modos, Urcola precisó que estos dolores son el principal motivo de consulta en Asistencia Primaria y en la especialidad de Neurología, ya que es un mal que «afecta a la mayoría de la población», aunque «el 25% de ésta lo sufre de tal manera que requiere asistencia médica con el correspondiente tratamiento e, incluso, puede tener una importante disfunción socio-laboral».
Tres tipos
Este neurólogo distinguió entre las «cefaleas de tensión», que son las más frecuentes; «las migrañas o jaquecas», que causan bajas laborales y exigen en muchos casos un reposo absoluto; y las «cefaleas crónicas diarias», provocadas por el abuso de analgésicos.
Urcola aclaró que sólo un 10% de los dolores de cabeza tiene relación con una lesión cerebral, que se puede detectar por «ciertos signos de alarma», y, por lo general, se suele dar en individuos mayores de 50 años o en personas que sufren cefaleas de corta evolución -menos de tres meses- y sin antecedentes anteriores.
Carlos Sistiaga, por su parte, se refirió a las novedades en el tratamiento de estos dolores y dijo que «no es necesario convivir» con ellos, pero recalcó que «además de eliminarlos, hay que prevenir los nuevos brotes que se puedan producir», de ahí los beneficios que aportan los nuevos medicamentos «más limpios», que tienen menos efectos secundarios.