La Unión de Consumidores (UCE) de la Comunidad Valenciana pidió ayer a la Conselleria de Sanidad, conjuntamente con miembros del Consejo de Salud de la Comunidad Valenciana, representantes de los sindicatos y asociaciones vecinales, que aumente las medidas de control de calidad en los centros sanitarios, especialmente en las clínicas privadas, tras la muerte de seis pacientes en el servicio de Hemodiálisis de la clínica Virgen del Consuelo de Valencia.
La secretaria general de la UCE en Valencia, Ana Zarzuela, manifestó que, aunque le parecen «correctas» las actuaciones realizadas por la conselleria «nos preocupa que no saltara la alarma antes del 29 de agosto -fecha en que se conocieron las muertes-, cuando ya se habían producido otros fallecimientos». Según Zarzuela, «sería necesario llevar a cabo un mayor seguimiento y control de calidad de la prestación sanitaria en las clínicas privadas y la información entre las clínicas privadas y la autoridad sanitaria pública, debe ser lo suficientemente ágil para que se minimice el riesgo».
Por su parte, el responsable de Política Institucional de CC OO en la Comunidad Valenciana, Juan Ortega, reclamó al conseller de Sanidad, Serafín Castellano, que «refuerce y mejore la atención de calidad y seguridad de los centros sanitarios privados» y que, «más allá de que el juzgado resuelva las causas que han originado esas muertes, la Conselleria de Sanidad es la máxima y única responsable de asegurar la asistencia sanitaria a la ciudadanía valenciana y, por lo tanto, tiene que cuidar y mejorar los sistemas de calidad que se hacen en los centros privados».
De modo similar, el representante de la Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunidad Valenciana, Antonio Pla, destacó que «todavía hay una serie de interrogantes y dudas, y en su momento la conselleria nos tendrá que explicar por qué no saltó la alarma antes del 29 de agosto, ya que se produjeron otros fallecimientos en lugares distintos a la comunidad».