La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) podría estar provocada por una neurotoxina presente en el césped de los campos de fútbol, según una nueva corriente de investigación sobre el origen de esta enfermedad degenerativa. Así lo indicó el doctor Jesús Mora, director de la Unidad de ELA del Hospital Carlos III de Madrid y neurólogo de larga experiencia en el tratamiento de esta patología.
La ELA se conoce también en Estados Unidos como el mal de Lou Gehrig, nombre de uno de los mejores jugadores de béisbol de todos los tiempos que la sufrió en los años 30. Ha sido diagnosticada en más de 40 futbolistas en Italia en los últimos años, proporción mucho más alta que en la población normal, y, sin embargo, hasta ahora no se ha detectado un aumento de casos en otros deportes sin tanto contacto con el césped.
Ello ha llevado a que se efectúen nuevas investigaciones en torno a la neurotoxina BMAA producida por cianobacterias presentes en aguas cálidas y estancadas, y que se alimentan principalmente de fosfatos como los de los pesticidas, condiciones que a veces ocurren en la hierba de los estadios muy abonados y regados.
No obstante, Mora matizó que la alta presencia de esta bacteria en el medio ambiente y la rareza de la enfermedad hacen pensar que para producirse se necesitarían además unos condicionantes genéticos individuales.