Los últimos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EE.UU.) señalan que el factor responsable de la mayor parte de las infecciones alimentarias es la escasa adopción de pautas higiénicas en el tratamiento de los alimentos. Afirman que durante 2007 causó en su país el 39% de las intoxicaciones y que, a nivel global, provoca nueve de cada diez brotes de gastroenteritis no bacterianas.
No lavarse las manos después de ir al baño, la suciedad en la cocina y utensilios o la presencia de animales cerca de los alimentos son algunos hábitos que pueden favorecer la transmisión del norovirus, el patógeno que provoca este tipo de enfermedades alimentarias. «La enorme cantidad de brotes de intoxicaciones alimenticias por norovirus indican la necesidad de continuar en alerta para prevenir que los empleados que entran en contacto con alimentos listos para consumir infecten a sus clientes», advierten los CDC.
El segundo agente en este ranking de microorganismos alimentarios es la salmonella. En 2007, causó en EE.UU. el 27% de las toxiinfecciones, y los datos señalan que las aves de corral fueron las principales transmisoras de esta patología, seguidas de la carne de ternera y las verduras de hoja.
Los CDC estiman que las infecciones alimentarias cayeron en EE.UU. durante 2007 un 8% y que se redujeron un 15% en comparación a los cuatro años anteriores. Sin embargo, consideran que estos datos no reflejan mejoras en seguridad alimentaria, sino que los achacan a procesos de inmunidad a algunas cepas de norovirus. Sus estadísticas apuntan a que 76 millones de estadounidenses enferman cada año por este tipo de patologías y que 5.000 fallecen por esta causa.