¿Qué compramos? ¿Para qué lo hacemos? ¿Dónde lo adquirimos? El consumo y los hábitos de las personas en torno a ello están relacionados con la conservación de la naturaleza y la igualdad social. Consumir de forma responsable y solidaria supone tener en cuenta variables más allá del precio y la calidad, como las consecuencias medioambientales y sociales. En este artículo se proponen 10 claves y propuestas para comprar de forma más solidaria y responsable, entre ellas, buscar información del producto y su modo de producción o decir “no” al desperdicio de alimentos.
¿Qué es el consumo responsable y solidario?
Consumo responsable implica consumir menos eligiendo solo lo necesario y sin dejarse llevar por el impacto publicitario y la generación de necesidades que este provoca. Más allá de escoger los productos y servicios en base a su calidad y precio, es conveniente tener en cuenta los criterios ambientales, sociales y éticos de las empresas que los elaboran.
El consumo responsable implica pensar en los efectos que tiene la compra de ciertos productos en la sociedad y en el medio ambiente
En sectores como el textil, es conocido que algunas compañías contribuyen al trabajo esclavo en países asiáticos, contratando a niñas y adolescentes en ambientes insalubres, sin contrato y sin derechos básicos como la prestación económica en caso de enfermedad o la afiliación sindical.
Pero la responsabilidad no solo queda en manos de las empresas: los consumidores tienen el poder de favorecer un consumo más ético y solidario. Para ello, se ha de pensar en los efectos que tiene la compra de ciertos productos en la sociedad y en el medio ambiente, conociendo cómo han sido los procesos de elaboración, materiales con los que se fabrican y su impacto en el entorno.